Los representantes sindicales han aprovechado la reunión con la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, esta mañana en Cádiz para trasladarle la precariedad en el sector y el abuso del contrato fijo discontinuo.
“Navantia y Dragados se han convertido en campos de concentración”, ha acusado en la rueda de prensa posterior al encuentro Jesús Galván, portavoz de la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM) a raíz de la reforma laboral.
Concretamente Dragados, ha sostenido Juan Linares, por parte de CCOO, “prostituye” el contrato fijo discontinuo, dado que “tiene obras que van a durar más de dos años” y está echando mano de este tipo de modalidad de contratación que no se ajusta a las condiciones laborales de los empleados.
“No recogemos manzanas o fresas, hay trabajadores que hacen doce horas diarias, hasta superarán la jornada anual”, ha razonado. Por ello, ha pedido que el sector del metal no pueda acogerse al contrato fijo discontinuo que, además, “hace perder pluses y la antigua indemnización contemplada en el contrato por tiempo determinado para los trabajadores”.
Tanto Galván como Linares han coincidido en la necesidad de reforzar la Inspección de Trabajo y evitar “que los empresarios usen” la modalidad de contratación “como un arma”, y así se lo han reclamado a la ministra que, aseguran, se ha comprometido a estar vigilante.
En cuanto a Navantia, Yolanda Díaz les ha dado la razón, según aseguraron, en que la firma debe definir “qué quiere hacer” con los factorías de la Bahía de Cádiz, “el producto que va a comercializar, que no se concedan barcos a golpe de manifestación y que el plan industrial de futuro no solo afecta a la empresa matriz, porque sin empresa auxiliar no hay astilleros” y, por tanto, deben tener estabilidad las plantillas de ambas.
Los representantes sindicales también han mostrado a sus dudas sobre el cierre de la planta de Airbus en Puerto Real. Juan Antonio Guerrero, de CGT, ha advertido al respecto que la unificación en El Puerto va a reducir los empleos de 1.100 a 700 y se van a perder 40.000 metros cuadrados de suelo productivo. Las plantas de Sevilla y Getafe, ha agregado, “se hacen fuertes y se destruye todo alrededor, hasta el punto de que hay subcontratas que se están yendo” a la capital hispalense y Madrid.
Por último, en la reunión con la ministra se ha abordado la situación de los 500 ex trabajadores de Delphi que se encuentran “abandonados por la Junta y el Gobierno central” y a los que se les reclama las cotizaciones por los cursos de formación, el desempleo y el subsidio que recibieron.