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Sábado 16/11/2024
 

Galicia

Extrabajadores de Villa de Pitanxo cuestionan su seguridad y niegan que hubiera simulacros

También presentaron una querella contra el sobrino del patrón, si bien el juez rechazó ampliar la investigación respecto a él, siguiendo el criterio de Fiscalía

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  • Audiencia Nacional. -

 Un marinero que trabajó en varias ocasiones en el pesquero gallego Villa de Pitanxo y otro que estuvo a punto de embarcar casi un mes antes de que naufragase en aguas cercanas a Terranova (Canadá), en 2022, han cuestionado ante el juez las medidas de seguridad del buque y han declarado que no realizaron simulacros.

Los dos tripulantes han comparecido este lunes en calidad de testigos ante el juez de la Audiencia Nacional que investiga las causas de la que fue una de las mayores tragedias en la pesca gallega: el hundimiento de este arrastrero, que dejó 21 fallecidos y sólo tres supervivientes, el patrón -investigado en la causa-, su sobrino y un marinero ghanés.

Según informan a EFE fuentes jurídicas, uno de los extrabajadores del Villa de Pitanxo, que trabajó en dos ocasiones poco antes de la salida del naufragio, ha indicado que en la cubierta superior del barco no había escalera de estribor, que permitía acceder a la zona de balsas, y que la única vía de escape que tenía la tripulación era por debajo del puente.

Este testigo, que también ha denunciado que apenas tenían descansos en sus largas jornadas, ha coincidido con el otro marinero que estuvo a punto de embarcar en el buque en señalar que nunca se realizaron simulacros de supervivencia ni contra incendios, tampoco cuando el pesquero iba a partir de Marín (Pontevedra), en enero de 2022.

Por contra, dos responsables de la armadora del buque, el Grupo Nores, que han declarado como investigados, han asegurado que el barco contaba con todas las medidas de seguridad, incluidos trajes de supervivencia para todos los tripulantes, y los certificados correspondientes.

Ambos, según las fuentes, han respondido a las preguntas de sus abogados y de la representación legal de la empresa.

También han negado que desde la empresa se presionase al marinero ghanés Samuel Kwesi, uno de los tres supervivientes, que denunció haber recibido presiones para no contradecir a sus compañeros.

La versión de este tripulante, que difiere de la del patrón del buque, Juan Padín, y su sobrino, Eduardo Rial, apunta que el motor no se paró, como éstos dicen que ocurrió, sino que las maquinillas que recogen el aparejo dejaron de funcionar bien, tensando pero no recogiendo, lo que provocó la escora.

El juez Ismael Moreno, que dirige esta investigación por delitos como homicidio imprudente y contra los derechos de los trabajadores, también ha escuchado la versión de dos tripulantes del barco portugués 'Novo Virgem da Barca', uno de los buques que acudió al auxilio del pesquero gallego.

Ambos han indicado que vieron algún cuerpo de los marineros fallecidos en el Villa de Pitanxo con traje de supervivencia, pero no han recordado las circunstancias concretas en las que los encontraron.

Las familias de las 21 víctimas del naufragio, que impulsaron la investigación a los responsables del Grupo Nores, consideran que las declaraciones prestadas este lunes refuerzan su posición y la versión de Samuel Kwesi.

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