La Hermandad de la Paz puso su cofradía en la calle en la tarde del Domingo de Ramos, pese al riesgo de lluvia y la alerta amarilla por fuertes vientos. Gotas de agua y barro comenzaron a caer poco después de la salida del paso de palio.
Nuestro Padre Jesús de la Victoria y María Santísima de la Paz ponían rumbo a la Catedral bajo un cielo cubierto de nubes, compañados por sus nazarenos de túnicas y capas blancas. Debido al mal tiempo, tuvieron que suprimir su discurrir por el Parque de María Luisa y la Plaza de España.
Cuando la lluvia arreció, el paso de Cristo buscó refugio en la Catedral y el paso de Virgen se dió la vuelta hasta su Parroquia de San Sebastián. El paso de misterio regresó a su templo el Martes Santo por la mañana.