Volvió a marcar el mejor tiempo en una jornada en la que el Red Bull del alemán dio de nuevo muestras sobradas de que sigue siendo el coche más veloz y que juega en una división superior al resto de competidores, como así sucedió en el Mundial anterior.
Detrás de él, nuevamente volvió a estar el Ferrari de Fernando Alonso, que acabó tercero a seis décimas, mientras que Jaime Alguersuari (Toro Rosso) quedó segundo, entre ambos.
La segunda jornada de los entrenamientos de F1 en el Circuito de Montmeló congregó a 20.000 espectadores, según los datos facilitados por la organización, lo que supone una afluencia cercana a un viernes de gran premio.
En la jornada de hoy casi todos los equipos cambiarán de pilotos hasta mañana, por lo que Fernando Alonso puso punto y final a las series de Montmeló, a la espera de que lo que acontezca con los entrenamientos de Bahrein y el gran premio programado también en esta isla del Golfo Pérsico, si al final se mantienen.
Las dos jornadas de Barcelona respondieron a las expectativas del asturiano, quien por la mañana tuvo dos problemas con su coche, aunque se mostró muy satisfecho.
Fernando Alonso mostró su cara más alegre después de que su coche se parase en la pista y se debiesen suspender momentáneamente los entrenamientos en Montmeló, ya que, asegura, el problema en el monoplaza le augura buena suerte para el resto del año.
Lejos de mostrar abatimiento, el bicampeón del mundo bromeó porque uno de los mecánicos de Ferrari le aseguró que cuando las cosas van bien en Barcelona, la temporada no es del todo buena, mientras que cuando surgen problemas en el Circuito de Cataluña el año se presenta exitoso.
“Por la mañana tuvimos un problema eléctrico y después otro mecánico. De hecho, han sido los primeros problemas”, explicó.