Victoria Anna Perea, la primera bebé nacida por fecundación 'in vitro' en España, cumplirá 40 años el próximo 12 de julio, una efeméride que queda muy lejos en términos técnicos y sociales con esta técnica convertida ya en "nueva normalidad" a consecuencia de la generalización de la maternidad a edades más tardías.
El 11 % de los embarazos en España se han conseguido mediante algún tipo de reproducción asistida, pues precisamente las mujeres de la generación de Victoria se encuentran con dificultades en las edades más fértiles ante la falta de estabilidad, ha reflexionado la propia protagonista en rueda de prensa junto al equipo médico de la clínica Dexeus que asistió su nacimiento, liderado por el doctor Pedro N. Barri y la bióloga Anna Veiga.
"Me siento con este aniversario doblemente apelada porque fui protagonista por un lado y, por otro, soy también testimonio de una generación que tiene muchos menos hijos, con la maternidad retrasada y amigas de más de 40 que recurren a estas técnicas que son ya como la nueva normalidad", ha explicado Victoria Anna.
"Mi generación, con todas las dificultades para conseguir un empleo estable, una pareja, llegamos más tarde en muchos casos a buscar el embarazo. Todos conocemos a personas que están en ello, con el desgaste que implica. Creo que hace falta mucha información que, sin ser invasiva, ayude a las mujeres a planificar mejor si es que quieren ser madres pues, afortunadamente, también puedes no serlo y no pasa nada", ha añadido.
En ese sentido, tanto el doctor Barri como la bióloga Veiga han llamado la atención sobre que las ayudas a las familias en España están a la cola de la Unión Europea y han reivindicado que métodos de preservación de la fecundidad como la congelación de óvulos deberían formar parte de la cartera de servicios de la seguridad social.
Asimismo, Barri ha querido subrayar que el reloj biológico también existe para los hombres, en contra de lo que se suele pensar, y que "cada vez más estudios dan fe sobre la dificultad de conseguir un embarazo sin riesgos cuando el semen procede de un varón de más de 50 años".
Cambios en el perfil de paciente
La radiografía de la reproducción asistida en España muestra enormes diferencias respecto a sus inicios, pues esta rama de la Medicina ha sido una de las que más evolución ha tenido en las últimas décadas, han destacado.
Así, la edad media de la mujer que recurre a estas técnica ha pasado de los 35 a 39 años. Y si hace 40 años todas las mujeres llegaban con pareja a las clínicas, ahora muchas buscan ser madres en solitario o con su pareja del mismo sexo a través del llamado método 'ROPA' (una dona el óvulo y la otra gesta el bebé).
Otra diferencia es que ya no se transfieren tres embriones para "asegurar" el embarazo, pues las técnicas han mejorado su efectividad y ya solo se implanta un embrión en un 97 % de los casos.
En cuanto a las técnicas, se ha pasado de las más clásica a la inseminación artificial a nuevas fórmulas relacionadas también con la preservación previa de ovocitos o la ovodonación, que representa casi un tercio de los casos a día de hoy también por la más avanzada edad de la gestante.
Si en los años ochenta la tasa de éxito era del 20 %, los datos de 2023 hablan de entre el 50 y el 65 %.
De forma paralela, la conocida como congelación de óvulos propios para posponer la maternidad se ha disparado, y si en 2009 la mayoría (71 %) lo hacían en casos de indicación médica, en 2023 el 87 % era motu propio por planificación personal.
Con todo, la tasa de hijos por mujer en España (1,1) sigue muy por debajo de la media comunitaria (1,4).
Desde Dexeus han recordado que por todo ello la Sociedad Española de Fertilidad ha presentado en el Senado un documento consensuado con otras siete asociaciones médicas y otros agentes del ámbito de la reproducción con el objetivo de abrir un debate social y promover medidas políticas que contribuyan a atajar el descenso de la natalidad en España.
A propósito del futuro, el jefe de Medicina Reproductiva de Dexeus, Nikolaos Polyzos, ha señalado que se investiga ya con inteligencia artificial y elementos farmaco-genómicos, entre otras novedades.
"El reto de futuro pasa por congelar, pero también por 'hackear' el reloj biológico. Y para ello estamos colaborando con equipos de otros laboratorios internacionales", ha explicado el científico.