De origen gales pero afincado en Australia, donde arrancó su carrera profesional, Whitfield -de 39 años- murió en "una mañana de domingo soleada" y acompañado de su mujer, según el comunicado difundido con la familia.
El actor llevaba meses luchando contra linfoma no-Hodgkin que le diagnosticaron en marzo de 2010. Su enfermedad suspendió el rodaje de la segunda temporada de la serie, hasta que finalmente los productores optaron por rodar una precuela, Spartacus: Dioses de la Arena.
Whitfield comenzó su carrera como actor en la televisión australiana, con fugaces apariciones en series como Opening Up, All Saints o Las hermanas McLeod. Su salto a la gran pantalla llegó con su primer papel protagonista en la cinta de acción y fantasía Gabriel, una producción australiana estrenada en 2007. En el cine también participó en el thriller de terror The Clinic.