El tráfico de hachís es “tan intenso” que acabar con él es “muy difícil”. Así, al menos, se refleja en un informe elaborado por la Policía Europea, Europol, que tiene entre sus prioridades la lucha contra el tráfico de drogas y contra las organizaciones criminales. En el mismo texto se recoge que los esfuerzos de la Policía para terminar con una ruta, como sucede ahora con el incremento de medios técnicos y humanos en la desembocadura del Guadalquivir, acaba provocando que se abra “una nueva vía” de entrada de estupefacientes en la península.
Tanto es así que actualmente señalan a Andalucía y, especialmente a la provincia de Cádiz, como principal puerta de entrada de hachís a España. Durante el pasado año, Policía Nacional y Guardia Civil realizaron alrededor de 15 operaciones importantes en la desembocadura del río Guadalquivir, en las que se incautaron hachís por encima de los 200 kilos.
El balance de la lucha activa contra el narcotráfico en el país es de 248.000 kilos de hachís incautados y 650 detenidos. Según estas estadísticas, de las operaciones contra el narcotráfico llevadas a cabo en España, el 36 por ciento tuvieron como escenario la desembocadura del río, conocido ya como la autopista del cannabis y el 61 por ciento de la droga intervenida por las Fuerzas de Seguridad del Estado se llevó a cabo en Andalucía.
Cádiz, Huelva y Almería son las provincias preferidas por los narcotraficantes para introducir el hachís. Como modus operandi, utilizan planeadoras para transportar la droga desde Marruecos hasta las playas andaluzas. Una vez en la costa el precio del cargamento su cuadruplica, Las planeadoras recorren los 14 kilómetros que separan las costas españolas de la marroquí hasta llegar a un lugar seguro donde descargar la mercancía. Aquí es donde tiene lugar el negocio.
En origen, un gramo de hachís cuesta entre 0,14 y 0,4 euros. Una vez llegados a España, la tonelada de hachís supera los 800.000 euros, lo que supone que el precio del fardo de hachís llega a multiplicarse por 13. Los consumidores pagan entre 3 y 4,5 euros por un gramo.
Así, el río Guadalquivir, con sus 100 kilómetros navegables hasta Sevilla y la existencia de múltiples embarcaderos naturales que dificultan las labores policiales, se consolidó en 2008 como autopista de la droga.
Fuentes consultadas por Información aseguran que esta ruta está viviendo en los últimos años su particular “auge”, a tenor de las dificultades orográficas de la zona y la posibilidad de esconder la droga entre plantaciones y cultivos. Una situación que la implantación del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) y la creación de un Grupo de Respuesta Especial al Crimen Organizado (Greco) por parte del Ministerio del Interior quiere modificar.
PRIMEROS RESULTADOS
Desde la intensificación de las medidas de lucha contra el narcotráfico en la costa Noroeste, la Policía Nacional ha logrado desarticular a una de las organizaciones que operaban en el país vecino pero que tenían como base Sanlúcar para descargar y almacenar la droga que importaban desde Ceuta. En total se detuvieron a 18 personas implicadas en esta red de tráfico de hachís, a las que se le intervinieron numerosos vehículos de lujo, joyas y dinero en efectivo.