Así lo anunció ayer John Hoffman, consejero delegado de GSMA, la asociación mundial de empresas del sector del móvil, que aseguró que la organización, que el pasado año acordó quedarse en Barcelona hasta 2012, estudia ahora permanecer en la capital catalana.
La decisión aún no es oficial, aunque los organizadores están “totalmente convencidos” de que es en Barcelona donde se “tienen que quedar”.