MICHAEL DAVIDOV (España-Israel, 1986)
Pianista serio y de gran formación. Músico objetivo y muy eficaz, nada estridente y de precisión idéntica a la de un reloj suizo. Quizá esa perfección produzca frialdad en algunos. Llegó a tocar la obra obligada de memoria. Su “Mephisto-Walzer” fue todo un festín sonoro y rítmico, aunque lo que le condujo hasta la Final fue su espectacular lectura de la Sonata Núm. 7 de Prokofiev. Tocará el Primero de Chopin, por lo que se meterá al público en el bolsillo.
YUTONG SUN (China, 1995)
Musicalidad a raudales. Riqueza en el sonido. Delicadeza en las gamas. Superdotado técnico. Todo un deslumbrante espectáculo ante el teclado. Lo tiene todo para ganar. El único que se interpone en su encumbramiento es el siempre espinoso Mozart, del que ejecutará su Concierto Núm. 20, música sublime y un dificilísimo ejercicio de expresividad. Esta tarde hará historia, ya que nunca nadie ha conseguido ganar el Concurso tocando Mozart en la Final. Su paso por el Premio adquirirá –desde hoy mismo- tintes de leyenda.
MIYEON LEE (Corea del Sur, 1982)
A la tercera va la vencida. Su “Fantasía Baetica”, una apabullante “Valse” y la heroicidad de tocar (algo sositos, sin desbordar en aliento ni alma romántica) los “24 Preludios” de Chopin le han hecho estar –en su tercera participación- entre los elegidos para la Final. Sobrada en técnica y madurez interpretativa, nos regalará –al fin- el delicioso Segundo Concierto de Saint-Saëns que se oirá por primera vez en nuestro Concurso.