De todas las cualidades que pueda aglutinar esta joven abogada nacida el 8 de marzo de 1980, Día Internacional de la Mujer, quizás la más destacable sea el poder que le otorga su condición más femenina, y es la intuición, que es la facultad de comprender las cosas de manera instantánea sin que medie el razonamiento y a ello añade el saber manejarse con soltura por el sendero de las emociones. Cosas de mujeres. Eso, la evidente inteligencia -“muy lista”, como dicen muchos-, su rapidez de pensamiento y, sobre todo, la seguridad y la confianza que en sí misma posee la han convertido en una de las líderes más solventes de la política provincial y no es aventurado asegurar que para tocar techo aún tiene margen.
Hasta la Secretaría General del PSOE de Cádiz, lograda en el congreso provincial celebrado el pasado sábado en Chiclana ante la candidatura de Rafael Quirós por un margen de 46 votos, muchos más de los esperados, Irene García, alcaldesa de Sanlúcar, miembro de la ejecutiva Federal, ha atravesado un camino que aunque califica “de muy duro” la ha llevado a ser la primera mujer en muchas cosas: primera alcaldesa de Sanlúcar, la más joven de España en municipios de más de 50.000 habitantes, primera secretaria general en Cádiz, y todo logrado gracias a que siempre ganó las convocatorias a las que se presentó desde que Germán Mora se fijara en esta joven becaria que cogía el teléfono en su bufete allá por el 2002 para incluirla en la lista de un PSOE de Sanlúcar en proceso de renovación urgente. Esa palabra, renovación, acompañó su figura desde que iniciara su andadura en política.
En aquella lista a las municipales del 2003 sería Germán Mora candidato, llevándola de cuatro en la lista tras quien resultaría un fiel aliado durante todos estos años como ha sido Fernando Verdún, amigo, compañero, que no duda en asegurar que “con ella se nos apareció la Virgen. Ha sido lo mejor que le ha pasado al partido en Sanlúcar y a la ciudad”. De cinco en esa lista, Víctor Mora, hoy hombre fuerte del gobierno en Sanlúcar y quién sabe si próximo secretario local cuando ella, como ha anunciado, renuncie al cargo. Pero aquel PSOE renovado cargaba en su mochila la compra de un concejal por parte del anterior gobierno encabezado por Agustín Cuevas y eso tiene su precio en urnas, que les dejaron en cinco concejales otorgando la mayoría absoluta a un tristemente fallecido Juan Rodríguez que cuando la oyó en el primer pleno espetó aquello de “cuidado con la niña”. Juan sabía lo que se decía porque siempre olfateó bien el riesgo en la materia, lástima que la guadaña se lo llevara pronto.
Cabaña, tras el resultado, pidió un diputado a Mora y que fuese mujer y éste le mandó a Irene convencido de sus capacidades para que fuese nombrada diputada provincial de igualdad, juventud, consumo y cooperación. Un año más tarde se quedó con cultura sustituyendo a Pilar Sánchez, candidata en Jerez, y todo ello en una época donde salvo Cabaña, Felipe Márquez y ella misma los diputados “figuraban más que trabajaban”. Y eso le dio protagonismo en gestión y soltura en política hasta que Manuel Chaves una tarde de inicio de campaña en Sanlúcar y en un mitin en el colegio de El Palomar la oyera en una intervención y, sorprendido, dijera aquello de “¿y esta niña quién es?”. Porque Irene, con su verbo sanluqueño y un carácter cercano, conecta rápido con todo aquello que tiene enfrente. Lo sabe y lo aprovecha.
En 2007 fue nombrada candidata y ganó, incorporando junto a Fernando y Víctor a otros de plena confianza como Inmaculada Muñoz, Mila Gordillo y Mónica González Pecci, su gerente de urbanismo que, siguiendo la intuición, contrató tras un café de mañana de agosto para enderezar el rumbo del controvertido urbanismo sanluqueño y, como otras veces, acertó de pleno. Durante esa legislatura, y debido a las constantes visitas de Zapatero al palacio de Las Marismillas, mantuvo una excelente relación con el presidente y con su mujer, Sonsoles, que hoy, y no se esconde por ello, conserva, tanto que en una cena en Sanlúcar un jueves santo por la noche en 2008 García le habló de Bibiana Aído y éste, días más tarde, la nombró Ministra –cada uno opine lo que guste del resultado final-. “Todos los días aprendíamos cosas nuevas y comprobábamos como con mucho trabajo y sacrificio personal se le devolvía poco a poco el optimismo a la ciudad”, añade Verdún sin esconder admiración, lagrimeo y lealtad sin límites “por la jefa”, así nombrada por todo su equipo.
En 2011 volvió a ganar las municipales en plena caída libre de Zapatero, a lo que han seguido sendas victorias en generales y autonómicas en los peores momentos de marca que ha vivido el PSOE en la historia reciente y que terminó con el vuelco electoral de Rajoy sobre Rubalcaba. Tras ello, posicionada en la corriente renovadora tras el congreso de Griñán y conquistado el corazón de éste, uno más, como el de Carmen Chacón, inició su caminar hacia el liderazgo provincial que hace solo unos días la ha llevado a tumbar décadas de clanes y de poder interno orgánico y todo tras una guerra que ha divido al partido en dos y que ha durado años. Pero al final, como sucediera antes, como probablemente sucederá después, siguió sus pasos y a esa intuición que la ha hecho crecer para asumir el liderazgo de los socialistas gaditanos.
Pelear a pie de calle
Han pasado tres días desde el congreso de Chiclana y hay ronda formal de entrevistas, es lo que toca. En el paseo marítimo de Cádiz y ante una perola de arroz con pollo, porque está “cansá” de los aromas de la mar, comenta: “Ha sido muy duro, mucho. Pero estoy feliz porque al final hemos logrado un apoyo muy importante del congreso y eso te hace ver que las bases del partido necesitaban un cambio que nos permita conectar más y mejor con la calle. Ahora es tiempo de sosegar, digerir el resultado e intentar integrar al máximo posible para crear un proyecto en el que cabemos todos”. Le pregunto por cómo está su móvil y dice que “arde –ríe-. Es la verdad, Andalucía entera está radiante con el resultado que hemos conseguido la gente de Cádiz porque aunque todos teníamos sensaciones de victoria el margen ha sido tan rotundo que no admite dudas”, y para ello, discreta pero sonriente, muestra mensajes de Chacón o Chaves, por citar corrientes. “Paco Cabaña también me ha felicitado. Me ha aconsejado que con la nueva responsabilidad que asumo no pierda la referencia hacia mi familia y en eso le haré caso”, lanza, sonríe.
Sobre la incapacidad de llegar a un acuerdo de integración quiere ser cauta porque la responsabilidad se lo pide y aunque su propuesta fue “razonable” entiende que no se aceptó porque quizás la gente que estaba con Quirós “no quiso” en clara referencia a un Luis Pizarro que tras el escrutinio y en el momento en que ella le tendió la mano para subirle al estrado fue requerido por el ex secretario de Organización para decirle que con el resultado obtenido “era imposible llegar a acuerdos de integración”. “Pero -añade García- es historia pasada y espero y confío que Rafa se sume a este proyecto”, al igual que “Gema Araujo y otros, son compañeros, alcaldes y tienen un gran futuro por delante”.
Si cuadrar su candidatura como aspirante a la Secretaria General no ha sido tarea fácil porque en el trayecto se han cruzado personas e intereses personales y abierto heridas hoy cerradas, cuadrar el organigrama tras el congreso tampoco resultará sencillo porque encajar las piezas locales en el esquema provincial requiere mano y templanza. “Vamos a cambiar las formas de hacer las cosas y se hará cuando logremos que la normalidad vuelva a ser el escenario habitual y no el conflicto interno. Hay que salir a pelear la calle y que el ciudadano perciba que estamos para solucionar sus problemas en un momento realmente duro donde el desempleo y las constantes medidas de recorte requieren de posicionamientos firmes por parte de los dirigentes. Ese es el objetivo y en eso nos vamos a centrar”.
“En la provincia de Cádiz llueve sobre mojado y la posición del PSOE es de claro rechazo a las medidas de recorte planteadas por el PP, que están provocando una situación de conflicto social que roza lo insostenible”. Sobre su ejecutiva resalta estar muy satisfecha de la composición final y aunque hay personas muy jóvenes, como la nueva secretaria de Organización, Isabel Armario, “a la gente hay que ponerla y que aprendan, eso no me asusta. Va a tener el respaldo de todos y ya verás como lo hace muy bien. Como otros, Rafa Márquez, por ejemplo, que ha sido muy generoso en este proceso, o Nando, que es un trabajador incansable, y en general, todos; Juan Carlos, que es un talento y una gran persona. O Chiqui, que solo tengo palabras de agradecimiento por la generosidad que ha mostrado anteponiendo el bien colectivo y cuyo papel será crucial para nosotros”.
A la vez que ensalza la figura y el liderazgo que representa Griñán y agradece la apuesta que por ella ha hecho cuando la señaló –“Irene representa el futuro”, dijo el presidente a este medio-, critica a otros pero lo hace sin señalar, sin profundizar en grietas porque Irene García, amante de frases hechas, quiere mirar hacia adelante. “No tenemos tiempo que perder. Mira, por la puerta que vine me iré pero mientras esté dentro que nadie dude de mi compromiso hacia el partido y hacia esta provincia. El mío y el de mi gente”, y ahí hay muchos, algunos que le acompañan desde sus inicios en Sanlúcar, fieles hasta la médula y dispuestos por ella a todo, y otros añadidos recientemente que han visto en la seguridad que emana su discurso el liderazgo necesario para elevarla a los altares del partido.
Asambleas locales
De aquí a septiembre se producirán las asambleas que determinarán los secretarios locales de las mismas y eso supondrá otro previsible punto de encuentro entre unos y otros, dándole continuidad al hecho que distingue a este partido de citarse a duelo interno de manera permanente. Aunque se guarda la receta para cuando llegue el momento de cocinar, situaciones como Jerez, Cádiz o Algeciras se presentan como puntos calientes por resolver porque estas tres agrupaciones son importantes y en ellas cohabitan las dos corrientes.
El congreso de Almería y la no integración de Jaén supuso la reordenación de los críticos en un sector que hoy acumula en torno al treinta por ciento en Andalucía y que juega en la idea de alzarse como alternativa si hubiera adelanto electoral en base a la situación actual y ante un posible desencuentro en el pacto con Izquierda Unida. El PP comparte teoría. Es la opinión a la que agarrase de cara a volver a controlar las riendas del partido a medio plazo, que hoy están atadas a las manos de Griñán tras el bautismo de Almería y los congresos provinciales de hace unos días.
La encomienda razonable a Mario Jiménez, Vicesecretario General, será entre otras la búsqueda de acuerdos con Jaén que suavice la relación interna y rompa la unión entre los críticos, una vez integrado Caballos en Sevilla y derrotado Pizarro en Cádiz, clave orgánicamente para el PSOE. Griñán, que públicamente en este proceso de Cádiz se ha mantenido al margen y que solo en un mitin en Granada llegó a decir que quería ver “a más mujeres en secretarías provinciales” en referencia a García, ha anunciado recientemente su intención de volver a ser candidato en la idea, seguramente, de no abrir ahora ese debate, pero por edad y ante la intensidad del momento sabe que su final político está cercano y ante eso un partido como el socialista en Andalucía se posiciona expectante. Siempre lo hace.
Irene García quiere pagar a “escote” la comida. “Es a lo que yo estoy acostumbrada”, dice. Quien teclea no, que por cuestiones de la vida la vio desenvolverse por la sede sanluqueña de la calle Ganado y que hoy la acompaña a San Antonio donde minutos después celebra la primera reunión de la ejecutiva resultante de este largo, tortuoso, conflictivo, pero hermoso proceso congresual que ha terminado por darle la Secretaría General a una mujer con defectos por corregir y virtudes por mejorar, pero honesta. “Es muy lista”, de ella siempre dijo un Paco Cabaña que nunca ha escondido su admiración por esa cualidad en la política y si a ello se une intuición, liderazgo, capacidad de trabajo y todo el arsenal que una mujer guarda entre los recovecos del bolso, la mezcla resulta clave para obtener éxito, ese mismo que la ha acompañado desde que Tino, grande, un día la llevara de la mano a un bufete para ser becaria y desde ahí ha caminado firme hasta hacerse con las llaves de San Antonio.