El tráfico en esta rotonda se ha complicado en exceso. Si bien era normal ver a los vehículos aparcados en doble fila, esta situación ha empeorado en la actualidad, ya que el crecimiento en el tráfico lleva a retenciones e incluso a riesgo de accidentes para los vehículos que circulan por un carril y de repente se encuentran otro parado delante.
Esta circunstancia origina atascos e imposibilita el normal desarrollo del tráfico en la zona, significando un auténtico tapón. Los numerosos comercios y en especial la presencia de un banco y una farmacia, atraen numerosos vehículos que finalmente aparcan en doble fila ante la falta de aparcamiento. Los vecinos están cansados de denunciar no sólo este caso, sino también la falta de un semáforo e incluso una señal vertical, en un paso de peatones de la avenida. Entre estas denuncias también están la falta de la Policía Local a la hora de regular el tráfico o sancionar a quien provoca estas retenciones. El caso es que uno de los dos carriles de la rotonda queda inservible para el tráfico, al permanecer ocupado por vehículos parados o estacionados.