Algunos que yo me sé están todavía con depresión post-vacacional, y unos días de recuperación nunca bien mal a nadie. Además la climatología, pese a la entrada del otoño, parece estar teniendo una regresión y algunos aprovecharán el día de la Patrona para darse una vueltecita por las playas de nuestro litoral, reviviendo las no tan lejanas jornadas veraniegas. Un día siempre singular en nuestra ciudad que antaño llevaba a los jerezanos hasta elcorteinglé de Sevilla, ampliado ahora al de Cádiz, y que en los últimos tiempos parece ser que es costumbre en desuso por aquello de que en la actualidad la oferta comercial está más homogeneizada por todos los lugares. En definitiva, un día para el asueto, la tranquilidad y el esparcimiento. También tendrán la oportunidad de contemplar la procesión de Nuestra Señora de la Merced, que viene siendo mimada en los últimos años de manera extraordinaria por los Padres Mercedarios, depositarios de la centenaria tradición religiosa de esta imagen y que van renovando y adaptando a los nuevos tiempos con ilusión, esmero y dedicación. Mientras eso ocurre, el equipo de la ciudad –y aunque algunos ahora se fastidien, al menos este año, el de la provincia– tendrá esta noche un encuentro que se nos antoja del todo punto trascendente después del comienzo liguero que ha tenido (tres derrotas consecutivas y sin meter un gol siquiera) y muy especialmente después de la manita que se trajo el otro día de Madrid, ante la crecida afición jerezana que se desplazó hasta la Villa y Corte. Ciertamente creemos que se trata de un partido trascendente. Quienes hemos visto, aunque sea por la televisión, los tres partidos del Xerez advertimos que el equipo está con ilusión, tiene un armazón consistente en defensa y medio campo, al menos en materia defensiva, pero adolece de una vanguardia que pueda hacer inclinar la balanza en los partidos con la dichosa pelotita dentro de la portería.
No cabe duda de que el Xerez, el pasado domingo jugó buena parte del partido de tú a tú a todo un Real Madrid cuyas tres estrellas rutilantes equiparan en fichas al presupuesto total del Xerez para la temporada. Pero faltó el punch, el golpeo al área contraria que sí demostró el equipo de la capital. Le basta llegar con cierto peligro al área para encontrar puerta.
Por eso hoy es importante. La presión para los futbolistas del Xerez no es excesiva, al menos de momento. Todos sabíamos de la diferencia de calidad y exigencias de la Primera División. Y se nota sobre todo a la hora de definir en la delantera, donde quizás esté nuestro actual punto flaco. Es el momento de seguir apostando por este equipo, que al menos está derrochando entrega e ilusión: confiar en los jugadores y técnicos; y sobre todo animar al pueblo de Jerez y a los aficionados del Xerez para que no caigan en el desánimo. Todos, desde que la euforia del ascenso se fue naturalmente diluyendo para dar paso a la difícil concreción de la plantilla, éramos conscientes de lo difícil que sería la permanencia de categoría y que habríamos de sufrir bastante este año. Por tanto, no cabe caer en la desilusión. Así que hoy, todo Jerez ha de estar velando armas ante un partido trascedente para mañana poder ofrendarle a la Patrona el primer triunfo de este campeonato. ¿No les parece a ustedes un magnífico regalo?