El delegado especial del Estado en el Consorcio de la
Zona Franca de Sevilla y ex alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín, anuncia que antes de las elecciones generales del 28 de abril el
Ministerio de Hacienda, más concretamente la Agencia Tributaria, aprobará la
orden ministerial con la que, de una vez por todas, quede
autorizada la ampliación al Polígono Astilleros.
Se pasará así de los 720.000 metros cuadrados actuales en el Polígono Torrecuéllar a un total de
1,12 millones de metros cuadrados, un 40% de suelo y la incorporación de empresas punteras, como es el caso de Tecade y el más reciente de la compañía vasca Gonvarri.
En la actualidad, en la Zona Franca hay 15 empresas asentadas y, en cartera,
media docena más de peticiones del ámbito metalmecánico y alimentario que se están estudiando minuciosamente.
“Tenemos el compromiso del Gobierno de que la autorización administrativa estará antes de las generales”. Las palabras del delegado especial las refrendan fuentes oficiales del Ministerio de María Jesús Montero, que confirman que se está trabajando para que así sea.
“Sin la ampliación, la Zona Franca de Sevilla no es viable”, sentencia Sánchez Monteseirín y así queda reflejado en el Plan Estratégico 2030 de este espacio industrial y empresarial. Este documento, presentado al Comité Ejecutivo del Consorcio el pasado 8 de marzo, ya está en fase de discusión por parte de los agentes sociales (patronal, sindicatos, Cámara de Comercio...) hasta final de año.
Junto a la ampliación, hay tres pilares básicos para el futuro de la Zona Franca. El primero de ellos, sigue siendo la necesidad de una “potente inversión” para concluir la urbanización de la actual Zona Franca en Torrecuéllar. En segundo término, el futuro de este complejo con ventajas fiscales para las empresas pasa por la creación de una Zona Franca Aeroespacial y otra Tecnológica.
En relación a la aeroespacial, en Sevilla y su área metropolitana, se concentran 84 de las 118 empresas que hay en Andalucía. El potencial es enorme, sí, pero con dos amenazas serias: la poca apuesta por la I+D+i y la fuerte dependencia de la compañía tractora (Airbus). Una Zona Franca Aeroespacial “atraería la inversión exterior para diversificar las ramas de actividad y las empresas tractoras”, afirma el Plan Estratégico.
En el caso de la Zona Franca Tecnológica , el documento pone el foco en el Parque Cartuja y en Aerópolis.
La propuesta pasaría por crear con ellos un cluster de I+D+i para así seguir atrayendo inversiones en este campo. “
Hay un desconocimiento absoluto sobre lo que es la Zona Franca, pero la defensa de esta figura es muy sencilla: reducimos los costes fiscales a las empresas para crear cientos de empleos de calidad”.
Punto estratégico para el Atlántico
La ubicación de la Zona Franca de Sevilla es estratégica. A 87 kilómetros de la costa y en el único Puerto de interior de España, se establece en el centro de la mayor concentración urbana del sur de Europa, con un millón y medio de habitantes.