El escritor Juan Benítez, coordinador de las actividades del centenario de Muñoz Rojas y amigo personal del fallecido, señaló que el poeta se había negado en los últimos días a ingerir alimentos sólidos y estaba convencido de que se iba a producir en breve su fallecimiento.
Según relató, hace diez días fue a verlo para ver cómo estaba y éste le dijo: “Aquí, esperando”, y cuando le preguntó: ¿Esperando el qué?, Muñoz Rojas le contestó: “La muerte”. “No tenía ningún problema físico, simplemente, estaba harto de vivir”, comentó Benítez, quien añadió que “Antequera ha perdido a la mayor personalidad de las letras que ha tenido nunca”.
Desde el viernes se había producido un empeoramiento de su salud, ya que solamente ingería líquidos. Apesar de su extrema delgadez, el poeta mantuvo una gran lucidez mental hasta el último momento, según Benítez.
El escritor asumió con serenidad la proximidad de la muerte y “pensaba que tenía que haberse ido con sus compañeros de generación, a los que nunca le gustó haber sobrevivido”, ha recordado su amigo.
Muñoz Rojas se mantuvo ajeno a las celebraciones y homenajes, como los programados con motivo de la próxima celebración del centenario de su nacimiento, que se conmemora el 9 de octubre.