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H2O: “Yo existo sin vosotros, ¿podéis vivir sin mí?”

Alumnos del IES Los Molinos participan con sus trabajos con el periódico Viva Conil divulgando temas de actualidad y ciencia.

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  • Gotas de rocío en una teleraña. -
  • El 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua.

Desde que la Tierra tuvo agua, todos los organismos han estado enlazados a ella. El ser humano no es menos: las moléculas de agua corren por nuestras venas, del mismo modo que nuestros ancestros en la línea evolutiva al principio de los tiempos, vivían en ella: en el agua. 

En esta relación biológica, ¿respetamos y valoramos lo suficiente el agua?, la respuesta es no. La Tierra actualmente presenta un 70% de agua en su superficie, de todo ese porcentaje, solo el 0,0075% está disponible para el consumo humano. De ese ínfimo porcentaje, el 70% del agua está dedicada a cultivos, que nosotros utilizamos para alimentarnos, al fin y al cabo es otro beneficio para nosotros. El otro 30% del agua restante es utilizada para la industria, consumo doméstico y otras cuestiones, algunas innecesarias y derrochadoras, como llenar una piscina, o cepillarse los dientes con el grifo abierto, etc.

El Día Mundial del Agua se lleva celebrando desde hace 29 años, cuando la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente de Río de Janeiro de 1992 propuso su celebración con la intención de recordar la importancia de este recurso vital tanto en la sociedad como en la economía y para concienciar sobre la crisis de sequía. Además, sirve para que recordemos lo privilegiados que somos, pues hay miles de mujeres y niños del tercer mundo que tienen que recorrer al día cientos de kilómetros para tener acceso al agua.

Pero a algunos españoles no les importa malgastar el agua, pensando que da igual dejar el grifo abierto o bañarse todos los días. Esto justifica que de media un español al día puede llegar a gastar 132 L. De hecho, 1,5 litros son bebidos, poner una lavadora suponene entre 60 y 130 litros, entre 3 y 9 litros se usan cada vez que tiramos de la cisterna y 8 son para cocinar. Toda esta cantidad de agua es necesaria, pero también puede ser malgastada, por ejemplo llenando una piscina.

Actualmente en Cádiz estamos en riesgo por sequía, aquí los recursos hídricos están prácticamente a la mitad. En Andalucía, está en aplicación el Decreto-ley 30/2020, cuya función es la de aunar los trámites para gestionar los ciclos de sequía. Aunque si te pones a pensar, te darás cuenta de que las sequías no son solo de estos últimos años. Las personas con más de 20 años han vivido al menos una sequía, en la que tenían el consumo de agua limitado a ciertas horas, entre otras normas y restricciones.

Con lo dicho antes se puede llegar a pensar que el agua es un lujo, y lo cierto es que para algunas personas sí lo es. Piensa por ejemplo, ¿cuánto cuesta un litro de agua en un supermercado?, ¿y un litro de gasolina? La gente con un salario alto no se preocupa por la factura del agua, quienes tienen un salario medio se preocupan, pero no mucho; pero para la gente con un salario mínimo, en paro o estudiando es un susto cuando llega la factura del agua. Y me pregunto, ¿está bien que esto sea así?, ¿no debería haber un mínimo de consumo de agua por familia garantizado?, y ¿no debería haber un máximo de consumo también estipulado por las autoridades?

También se podría pensar que si el agua es un lujo y no está al alcance de todos ¿se podría sustituir por otro líquido?, ya que seguro que hay otra bebida con su misma composición, o es que ¿el agua deshidrata como dijo una vez Marina Yers, la "influencer" de moda? La respuesta a estas dos preguntas es no. El agua no se puede sustituir por ninguna otra bebida y el agua no deshidrata. Es fundamental para que los órganos funcionen correctamente.

Por eso, siempre es mejor beber agua antes que bebidas energéticas o gaseosas que alteran nuestro metabolismo. Además, como bien comentó el otro día mi compañero Daniel Camacho Muñoz en su artículo; publicado aquí en Viva Conil sobre una conocida bebida de cola, titulado “Destapa la felicidad”; las bebidas gaseosas son sinónimo de felicidad (al menos en los spots publicitarios), pero también de adicción, diabetes tipo 2, obesidad, problemas cardiovasculares, hipertensión arterial, pequeñas taquicardias, diversos tipos de cáncer, entre otros.

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Alumnado del IES Los Molinos participan con sus trabajos con el periódico Viva Conil divulgando sobre ciencia y otros temas importantes en su realidad cotidiana. En esta ocasión ha sido redactado por la alumna Alba María Martínez Simón de 2º ESO D.

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