Este lunes el Ayuntamiento de Sevilla ha acogida la entrega del VII Premio Contra el Terrorismo Alberto Jiménez-Becerril 2021 a la ex alcaldesa de la ciudad Soledad Becerril Bustamante. Con este reconocimiento, la Fundación contra el Terrorismo y la Violencia Alberto Jiménez Becerril destaca su implicación por preservar la
memoria, la dignidad y la justicia de las víctimas del terrorismo, en especial de
Alberto y Ascen, víctimas de la banda.
A este acto conmemorativo que tenía lugar en el Salón Colón de la institución, acudían la premiada Soledad Becerril Bustamante, de la mano de la presidenta de la Fundación Jiménez-Becerril, Teresa Jiménez Becerril, y junto a la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, el delegado de la Junta de Andalucía en Sevilla, Ricardo Sánchez y el delegado de Justicia y Administración Local, Javier Millán.
El evento comenzaba de la mano de la presidenta del Patronado, Teresa Jiménez-Becerril que, tanto como presidenta como hermana de Alberto Jiménez-Becerril confesaba que "hoy puedo contestar a esa pregunta que en estos últimos veinte años me han hecho cientos de veces: ¿Cómo están los niños? los niños, que ya han crecido, están bien. Son personas maravillosas con sus vidas, sus sueños y desvelos. Gracias a todos los que nos ayudaron, muchos de ellos hoy aquí presentes, y gracias al valor que tuvieron esos tres niños de cuatro, siete y ocho años que no permitieron que el terrorismo arruinase sus vidas".
Seguidamente, la premiada con este galardón expresaba su emoción pero aclaraba que, para ella, este premio no significaba ninguna alegría: "la verdad es que no podemos expresar alegría alguna, ni si quiera cuando se recibe un premio, como hoy es el caso por el que me otorga generosamente la fundación. Alegría no, pero gratitud sí, por acordarse de mí y valorar lo escrito y lo dicho a lo largo del tiempo sobre la maldad y el daño hecho a cientos de familias".
En nombre del Ayuntamiento de Sevilla, la primera teniente de alcalde y delegada de Hacienda y Administración Pública, Sonia Gaya, ha destacado que “no hay respuestas ante esta sinrazón, pero sí ejemplos. Quiero quedarme con el ejemplo que entonces Soledad Becerril nos dio a todos y a todas y que a lo largo de su trayectoria como servidora pública ha seguido dando, el de tener la convicción que la única forma con la que podemos combatir el terrorismo es trabajar por una cultura basada en la paz y de la convivencia”.
Soledad Becerril Bustamante
Soledad Becerril Bustamante, nacida en Madrid el 16 de agosto de 1944, es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense, especialidad de Filología Inglesa. Amplió sus estudios en el Oxford English Center y en el West London College, y posteriormente, en la Universidad neoyorquina de Columbia, donde completó un curso para postgraduados de Ciencias Políticas en 1970. Inició su andadura profesional en el campo editorial, posteriormente como profesora del Centro de Estudios Universitarios de Madrid (CEU) y de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad de Sevilla, llegando a fundar en el año 1973 la revista de información general para Andalucía La Ilustración Regional.
Inició su actividad en la vida pública en 1976, en el Partido Demócrata y Liberal, fundado por Joaquín Garrigues Walker. En junio de 1977 concurrió a las elecciones generales por la coalición Unión de Centro Democrático (UCD), liderada por Adolfo Suárez, en las que resultó elegida diputada por Sevilla, y vicepresidenta de la Comisión de Cultura de la Legislatura Constituyente; volviendo a concurrir también a las elecciones generales de 1979.
En 1981, fue nombrada Ministra de Cultura y Deportes por el Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo, un hito histórico, al ser la primera mujer que accedió a una cartera ministerial en esta etapa de la democracia, participando también en la comisión redactora del Estatuto de Autonomía para Andalucía. Con posterioridad, se presentó a las elecciones municipales de Sevilla, resultando elegida, primero concejal, luego, primera teniente de alcalde y, en 1995, alcaldesa.
Además, ha sido diputada en seis legislaturas, en una de ellas vicepresidenta del Congreso, y senadora en otra, siempre por Sevilla. En julio de 2012 fue elegida por las Cortes Generales Defensora del Pueblo, cargo que ejerció hasta el final de su mandato en julio de 2017. Desde este cargo de especial responsabilidad, Soledad Becerril impulsó medidas e informes para dar voz a las víctimas de ETA, especialmente en los pactos de Educación, para que los más jóvenes conocieran la historia del terrorismo vivida en España.
Durante toda una vida dedicada al servicio público, ha sido condecorada, entre otras, con la Gran Cruz de Carlos III, la Medalla de Andalucía y la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort. Actualmente está retirada de la vida pública y colabora en diversas ONGs.