Los trabajos de restauración de la Casa Natal de Velázquez han sacado a la luz un nuevo muro original del siglo XVI en una de las habitaciones de la planta baja que comunican con la fachada del edificio. Dicho muro había pasado hasta ahora desapercibido al encontrarse cubierto de pintura plástica y tapado por unas estanterías de gran tamaño de la época en que la casa fue el taller de los diseñadores Victorio y Luchino. Sin embargo, las últimas semanas, al retirarse estos elementos, y tras la realización de los trabajos arqueológicos pertinentes, se ha concluido que son muros de carga pertenecientes a la fase fundacional del edificio.
Se trata de fábricas realizadas en ladrillo macizo de 29x15x5 centímetros, de factura basta, con cantos poco trabajadosTal y como explica Enrique Luis Domínguez, arqueólogo de la Casa Natal de Velázquez, "se trata de fábricas realizadas en ladrillo macizo de 29x15x5 centímetros, de factura basta, con cantos poco trabajados”. Así, los ladrillos se disponen “en aparejo mixto, en el que predominan las piezas dispuestas a soga, con el lado largo hacia el exterior- frente a las dispuestas a tizón, con el lado corto hacia el exterior”. Por último, “el llagueado, o separación entre las piezas, es amplio de unos dos o tres centímetros, y la argamasa que traba los muros es de una calidad mediana”.
Respecto a la cronología de estos lienzos, suelen fecharse de forma amplia entre los siglos XVI a XVIII en contextos sevillanos. No obstante, las cerámicas localizadas durante los trabajos arqueológicos realizados arrojan fechas tempranas dentro de la Edad Moderna, lo que nos permite identificarlas con las trazas primitivas del edificio en el que Velázquez vivió durante sus primeros años.