Temperaturas extremas, con 44 grados a las cinco de la tarde, y noches tórridas, sin bajar de los 27 grados, son dos de las variables que pesado y mucho para que el proyecto ProMeteo Sevilla haya decidido calificar la actual ola de calor como Zoe, la primera del mundo en recibir su propio nombre, y que se extenderá, al menos, hasta el martes, alcanzando la categoría máxima de peligrosidad para la salud humana.
La que vivió Sevilla a mitad entorno al 14 de julio se encuadró como riesgo elevado pero los técnicos de la iniciativa piloto que lidera el Centro de Resiliencia Adrienne Arsht Rockefeller Foundation han decidido elevar la peligrosidad de la ola de calor de estos días hasta el riesgo muy elevado y denominar Zoe al episodio, lo que la convierte en la primera ola de calor que recibe un nombre.
Habitual en huracanes o tifones, la ola de calor que azota Sevilla y la gran mayoría del país, Zoe, ya ha dejado temperaturas de 44 grados, de nuevo, en la capital, en concreto en el observatorio de la Aemet en Tablada entre las cinco y las seis de la tarde, aunque la han superado los de Morón de la Frontera y Tomares, con 44,7 grados, y Carrión de los Céspedes, con 44,6 grados, aunque en Andalucía el récord ha estado en Fuente Palmera, con 45.
La intensidad de calor ha llevado incluso a la Aemet a ampliar en Sevilla el aviso rojo, que ya estaba para la campiña de Cádiz y la de Córdoba, en la franja de la tarde este domingo, y mantenerlo así hasta este lunes aunque el martes bajaría a naranja, con temperaturas que en la capital y en su campiña alcanzarán los 43 grados.
Sin embargo son las temperaturas mínimas las que más llaman la atención en Zoe. “La iniciativa piloto estima que los factores que analiza el sistema alcanzarán valores especialmente preocupantes para la salud, con una intensificación de las temperaturas diurnas” hasta este lunes, aunque sí que advierte de lo que iba a sufrir el sevillano esta pasada madrugada: “esta noche que podría ser particularmente tórrida”.
Lo cierto es que la Aemet ya fijaba para la noche del domingo al lunes unas mínimas de 28 grados en Sevilla capital, temperaturas que hacen imposible conciliar el sueño, y que contrastan con las jornadas anteriores, en las que apenas se han superado los 23 grados. Aunque así, las previsiones indican que las noches no volverán a los 20 grados hasta el jueves, una jornada después de que comiencen a bajar de los 40 grados las temperaturas diurnas.
Sevilla lleva desde el primer fin de semana de julio superando casi todos los días, con algunas excepciones (17, 18 y 19 de julio), con temperaturas superiores a los 40 grados y superando los 30 de temperatura media en todo el día, con mínimas generalmente rondando los 22 y 23 grados. Ahora, proMeteo tras analizar variables como la temperatura máxima; la temperatura mínima, relacionada con la falta de alivio nocturno; la humedad relativa; la duración del episodio de calor y las características del tiempo antes de darse el episodio, ha decidido nombrar la actual ola de calor como Zoe.
Zoe se mantendrá activa al menos hasta el martes y desde el proyecto piloto ProMeteo, que ha desarrollado un algoritmo que diariamente analiza el estado de los episodios de calor y los relaciona con los posibles riesgos e impactos sobre la salud, advierte de que es “esencial extremar las precauciones y tomar medidas preventivas en los próximos días”.
La exposición al calor extremo puede provocar deshidratación, mareos, agotamiento, insolación, pérdida de conciencia y otras emergencias médicas. Para afrontar esta situación, desde Prometeo Sevilla se aconseja tomar medidas preventivas y cuidar a aquellas personas del entorno familiar o personal que pueden ser más vulnerables (adultos mayores de 65 años, mujeres embarazadas, niños y especialmente bebés, personas con afecciones médicas preexistentes o enfermedades crónicas, personas dependientes o en riesgo de exclusión).
Por otro lado, y teniendo en cuenta todos los indicadores, la iniciativa recuerda a la población que "nadie es ajeno al calor extremo, incluso las personas jóvenes y mejor preparadas físicamente pueden verse afectadas por las altas temperaturas, a pesar de no considerar que pueden ser vulnerables". Así, recomienda reducir los niveles de actividad física, vigilar a los más vulnerables, evitar salir en los tramos centrales del día, buscar la sombra y los árboles, usar ropa fresca y mejor colores claros, evitar las comidas copiosas e hidratarse de forma regular, evitando bebidas con un alto contenido en azúcar, cafeína y alcohol, ya que tienden a deshidratar y a generar un desgaste energético.