La consultora
Ayesa, junto con la madrileña
Fhecor, ha propuesto en el anteproyecto del
viaducto de la SE-40 al Ministerio de Transportes que se ubiquen
nueve vertederos en el entorno de la obra, con una superficie de
148,5 hectáreas, para recoger el
material de desecho resultante de esta actuación, aunque la
principal candidata a acogerlos es la localidad de
La Puebla del Río.
La propuesta de la consultora sevillana detalla que en el término de
La Puebla se utilizarán
cinco depósitos que ocuparán un total de
121 hectáreas, en
Dos Hermanas se ubicarían
tres vertederos con 25,5 hectáreas, y otro en
Palomares con
12 hectáreas.
Según recoge en su
blog, Manuel J. Florencio, “uno de los
argumentos de Ayesa en el estudio que realizó en su día para que el Ministerio de Transportes pudiera
justificar la renuncia a la construcción del
doble túnel bajo el Guadalquivir, que ella misma había proyectado, es que
generaría muchos residuos, residuos
nunca cuantificados en volumen ni destino”.
Sin embargo, estos residuos
tampoco se cuantifican ahora en el ‘Anteproyecto y Estudio de Impacto Ambiental: Autovía SE-40. Tramo Dos Hermanas-Coria del Río’, “pese a que el
Ministerio lo presentó en su día como un
estudio comparado entre las opciones túnel y puente para, a raíz de su redacción, optar por una de las dos”, recoge.
“En este estudio no se compara nada, ya que
la decisión política y técnica en favor del puente fue previamente tomada y, por tanto,
no se analiza el volumen de residuos que generaría el túnel, sino sólo el de las obras del puente”, concluye.
Según el citado Anteproyecto, en este tramo de la SE-40 sólo existe una
pequeña zona en las que la rasante se encuentra bajo la cota del terreno natural, entre el PK 0+400 y PK 0+440 de la calzada. El resto de las actuaciones previstas corresponderán a saneos del terreno natural y a las excavaciones de los pilares y pilonos de apoyo del viaducto.
Dadas las
limitadas propiedades geotécnicas que presentan estos materiales y su escaso volumen,
no se valora su empleo para rellenos, debiéndose proceder a su
completa retirada a vertedero.
Las
zonas escogidas para la ubicación de los vertederos son
escombreras en funcionamiento, canteras abandonadas y las zonas de préstamo utilizadas de las propuestas para este proyecto, aunque se podrían incluir otros que pudieran “servir para proyectar una determinada actuación posterior que mejore la infraestructura urbanística o agraria de los municipios afectados”.