El primer pleno ordinario del mandato de José Luis Sanz como alcalde de Sevilla contará con su primera gran polémica y que tiene carácter urbanístico, la decisión del regidor de crear un “gran pulmón” en Tablada “compatible” con un “equipamiento residencial”, lo que a juicio de la plataforma Mesa por Tablada sólo quiere decir “recalificar el suelo no urbanizable y hacer un parque asociado como parte de los servicios generales del residencial”.
Así de contundente se muestra Enrique Hernández, geólogo y miembro de la Mesa Ciudadana por Tablada, la plataforma que aglutina a más de 40 entidades vecinales, ecologistas y culturales en defensa de la Dehesa de Tablada, el “último tramo virgen” del Guadalquivir.
Hernández no espera que Sanz “clarifique mucho” cuál es su proyecto sobre Tablada en el pleno pero sí tiene claro que su objetivo es recalificar ese suelo no urbanizable, que ese “gran pulmón” en Tablada sea el parque o espacio verde asociado a “todo proyecto de urbanización” y que las promotoras puedan rentabilizar la inversión “fallida” con un residencial de lujo, “porque ahí no irán VPO”.
También Hernández recuerda que, para que eso sea posible, no sólo debe modificar el PGOU (que Sanz ha anunciado que revisará y que puede tardar más de cuatro años) sino también el Potaus, que es competencia de la Junta, justificando en ambos casos por qué ahora se prescinde de ese espacio verde, y que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir autorice la modificación de zona inundable, pero “el domingo hubo un cambio en un organismo clave”, decía Hernández sobre el hecho de que el PP no ganara con mayoría las elecciones generales, con lo que “si se mantiene el Gobierno actual, no cambiaría la postura”.
Pero añade un factor más, la Ley de Restauración de la Naturaleza, aprobada por el Parlamento Europeo, que va en contra de la disminución de zonas verdes y de crear “nuevas defensas”, como el dique de contención que habría que crear en la zona para compensar su inundabilidad, que, recuerda Hernández, es “necesaria” para proteger áreas ya edificadas.
“La operación no tiene sentido. Sólo lo tienen los 40 millones de euros que invirtieron en un mal negocio y que ahora quieren rentabilizar con un residencial de superlujo”, añadía Hernández en referencia al grupo de inmobiliarias agrupadas en Tablada Híspalis, que tras perder todos los litigios han encontrado en el cambio de PGOU su única esperanza de recuperar lo invertido.
Mesa por Tablada, que ha solicitado una reunión con el alcalde pero que no ha recibido respuesta, tiene claro que para conseguir que sea un “parque público y verde” deben implicarse las tres administraciones: el Estado que privatizó y vendió el espacio, la Junta que lo declaró como parque periurbano, y el Ayuntamiento, propietario originario del terreno.
“Sea con una expropiación a precio de suelo rústico o sea con un acuerdo en beneficio de la ciudad y no de los propietarios”, la plataforma apuesta por cerrar ya un capítulo que haga públicos esos suelos. Mientras, continúan con su campaña de recogida de firmas en change.org y ya han superado las 32.000 firmas, muchas de ellas de otros puntos de España, lo que demuestra que la importancia de Tablada está sobrepasando los límites de Sevilla.
En el Pleno, el alcalde será cuestionado tanto por el PSOE como por Podemos-IU sobre sus planes sobre Tablada. El PSOE ha pedido que la Dehesa tenga la consideración “definitiva” de suelos públicos y usos compatibles con su clasificación de suelo no urbanizable especialmente protegido y que se conviertan en un parque metropolitano, como contempla el Potaus. Podemos-IU defiende que Tablada se convierta en un parque periurbano y sea el referente de la red de pulmones verdes de la ciudad.
