Los últimos trabajos científicos desarrollados en la antigua ciudad romana de Itálica en Santiponce (Sevilla) han permitido localizar lo que podrían ser los restos de su circo, del que se cree que tuvo una extensión de unas ocho hectáreas.
Los datos obtenidos sugieren la presencia de este gran edificio de espectáculos al este de la ampliación de la ciudad promovida por el emperador Adriano, y con capacidad para acoger a unos 80.000 espectadores.
En un comunicado, el Gobierno andaluz ha informado de que se trata de unos restos de cuya existencia no había evidencias hasta ahora y que han podido ser localizados mediante los estudios geofísicos realizados en el mes de agosto en unos trabajos de la actividad arqueológica puntual en el conjunto arqueológico.
Se trata de ‘Estudio geofísico en los anfiteatros y circos romanos de Écija e Itálica’, autorizada por la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, y dirigida por Alejandro Jiménez Hernández, investigador de la Universidad de Sevilla, que han arrojado serios indicios de la existencia del circo de la ciudad de Itálica, permitiendo incluso esbozar una hipótesis de restitución de su forma.
El consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, ha explicado que su departamento va a promover una actuación arqueológica en los próximos meses si se confirma este hallazgo, ya que “estaríamos hablando de que Itálica se situaría ya definitivamente en el selecto grupo de las grandes ciudades imperiales en el mundo”.
Los investigadores barajan una planta del edificio que contaría con una longitud máxima de 532 metros y una anchura de entre 140 y de 155 en los ‘carceres’, especie de cajones desde donde iniciarían la carrera los carros de caballos.
Su planta sería la característica de este tipo de edificaciones: con un graderío alargado en torno a un espacio de carreras que se articularía alrededor de un muro central, la denominado ‘spina’.
La cimentación de la grada del circo estaría realizada con una losa de hormigón de 30 metros de anchura y una profundidad de seis metros, que es la que se han observado para los cimientos del anfiteatro y los del ‘Traianeum’, el templo de culto imperial de la Itálica de Adriano., mientras que la cimentación del cuerpo de edificio para los ‘carceres’ tendría una potencia menor, en torno a los 3,5 metros.
Los trabajos han consistido en 11 perfiles con georradar y otros 5 con tomografía de resistividad eléctrica, siendo ejecutados por miembros del Instituto Universitario de Investigación Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos de la Universidad de Granada y en ellos se está aplicando la técnica de tomografía de resistividad eléctrica (ERT).
Esta técnica de prospección eléctrica emplea un dispositivo que inyecta corriente en el terreno y mide la resistencia que generan las estructuras subyacentes, lo que permite obtener unas secciones digitales con las estructuras presentes en el subsuelo.