La
Autoridad Portuaria de Sevilla, cuyo titular es Rafael Carmona, ha licitado un contrato de
asistencia técnica para la redacción del proyecto constructivo de adaptación del
muelle de las Delicias, en el que ha detectado la existencia de patologías, a nuevos usos. El contrato tendrá un valor de
62.000 euros (72.600 con impuestos incluidos) y un plazo de ejecución de seis meses.
Tras 60 años de uso como
muelle para mercancía general, en los años 90 se planeó la urbanización del
muelle de las Delicias para usos terciarios, ocio y servicios, construyéndose la
nueva terminal de cruceros que funciona en la actualidad. Ahora, con la redacción del
Master Plan del Distrito Urbano Portuario en 2023, la Autoridad Portuaria de Sevilla quiere enfocar su actividad más hacia la
náutica deportiva y al atraque de yates y megayates, combinados con los actuales usos que ofrece al ciudadano, trasladándose la terminal de cruceros al nuevo espacio puerto ciudad en el muelle de Tablada.
El informe elaborado en la Memoria del Proyecto define las
actuaciones a desarrollar, entre las que se encuentra el
montaje/desmontaje de medios auxiliares para acceso a las superficies a tratar, así como las
inspecciones de toda la superficie de hormigón por debajo mediante embarcación auxiliar y reparación de vigas, pilotes y cantil mediante técnicas recogidas en la norma UNE-EN 1504. También tendrán que
sanear el hormigón deteriorado mediante hidrodemolición, con espesor de saneo variable, así como realizar una
limpieza con agua a presión de los
paramentos no saneados.
Habrá que retirar los elementos metálicos no necesarios y pertenecientes a
anclajes de anteriores estructuras ya retiradas y encofrados de la obra, así como el pasivado de
armaduras del hormigón tras saneo de éste. Deberá realizarse la
rehabilitación con mortero estructural de las zonas saneadas, previa humectación del soporte; la inyección de fisuras con
resina epoxi; y la
impermeabilización de todos los paramentos de hormigón (tanto los reparados como los no reparados) con
mortero elástico.
Las actuaciones contemplan un
refuerzo estructural a los pilotes fisurados o rotos, mediante zunchado con anillos de fibra de carbono, la retirada y acopio de los adoquines del pavimento del muelle mediante martillo neumático limpiando la superficie de la cara superior de la losa; la ejecución de una
nueva losa de hormigón armado, utilizando la existente a modo de “encofrado perdido”, y el corte de los
adoquines y colocación sobre la
nueva losa de hormigón.
El proyecto debe contemplar la
reubicación de las instalaciones necesarias para dar al muelle un uso destinado al
tráfico de megayates. Estos servicios en principio son
abastecimiento de agua, saneamiento de aguas de sentina de los buques, red de drenaje, energía eléctrica y alumbrado.
La memoria del proyecto
Según la Memoria del proyecto, debido al incremento de la actividad a principios del siglo XX, la Junta de Obras de la Ría del Guadalquivir y Puerto de Sevilla amplió las infraestructuras portuarias con la construcción del
Muelle de Nueva York en 1905 y, entre 1909 y 1927, el
canal de Alfonso XIII y el
muelle de Tablada.
A pesar de que estas actuaciones aumentaron la capacidad de atraque, las necesidades del tráfico portuario no quedaron satisfechas, por lo que resultó necesario ampliar el espacio para el movimiento de mercancías. Así, en 1928 la Institución portuaria procedió a proponer la
construcción del muelle de las Delicias, dando continuidad a toda la línea de atraque.
El muelle de las Delicias fue encargado a la Sociedad Construcciones Hormaechea y fue la segunda obra en importancia durante este periodo, tras la corta y muelles de Tablada. El importe de la contrata ascendió a más de
3 millones de pesetas y comprendía la construcción de las estructuras de hormigón armado, con sus escolleras, la pavimentación completa de la zona de servicio, las vías férreas, la construcción del muro del espaldón, que separaba la zona de servicio del camino de circulación detrás de ella, con sus rampas de acceso, y la instalación de los servicios de agua y alumbrado, adquiriéndose
diez grúas análogas a las instaladas en el muelle de Nueva York.
Tras mantener su uso como
muelle para mercancía general durante más de 60 años, en los años 90 se planificó un cambio de usos, también portuarios, pero enfocados al atraque de cruceros. En concreto, en julio de 1994, con la aprobación del
Plan Especial del Puerto, se planeó la urbanización del
muelle de las Delicias para usos terciarios, ocio y servicios; abriendo el muelle a la ciudad y favoreciendo su acercamiento.
Hoy en día, el muelle de las Delicias cuenta con una
terminal de cruceros construida con 46 contendores High Cube reciclados; dispone de aparcamiento subterráneo, locales de restauración, zonas ajardinadas y un acuario. Además, por su ubicación estratégica próxima al centro de la ciudad, es un escenario adecuado para la celebración de actividades culturales, deportivas, de ocio, entre otras áreas de interés de para la ciudadanía.
Con el lanzamiento del
Plan Estratégico del Puerto de Sevilla en 2018 y la redacción del
Master Plan del Distrito Urbano Portuario en 2023, la Autoridad Portuaria de Sevilla ha concretado nuevos usos para este espacio, más enfocados a la
náutica deportiva y al atraque de yates y megayates, combinados con los actuales usos que ofrece al ciudadano; trasladándose la terminal de cruceros al nuevo espacio puerto ciudad en el muelle de Tablada.
Por ello, dada la utilidad del muelle de las Delicias como infraestructura clave para la interfaz puertociudad, resulta necesario su adecuación a los nuevos usos. Dentro del plan de mantenimiento se ha identificado que el muelle, debido fundamentalmente a su
antigüedad y exposición ambiental, presenta daños en su estructura.
Así, el informe recientemente elaborado por la empresa “Elabora Agencia para la Calidad en la Construcción”, evidencia la existencia de
diversas patologías tanto en la losa del muelle como en la estructura que lo soporta; requiriendo su
reparación.