La Autoridad Portuaria de Sevilla, en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), continua creando nuevos humedales en el entorno del río Guadalquivir a partir de la mejora de la navegación y ya se han censado en los mismos más de 70 especies de aves, algunas de ellas en peligro de extinción.
Uno de los proyectos que mejor ejemplifica el enfoque Trabajar con la Naturaleza está fundamentado en la gestión sostenible de los vaciaderos terrestres del Puerto de Sevilla.
Los vaciaderos terrestres son áreas en las que la Autoridad Portuaria deposita los sedimentos extraídos de la canal de navegación durante las campañas de dragado de mantenimiento. Como novedad la Autoridad Portuaria está aplicando un protocolo elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas para habilitar zonas alternativas para la avifauna acuática en el entorno de Doñana.
Este protocolo recoge medidas para la adecuación morfológica de los vaciaderos y para la gestión de la lámina de agua. Una vez extraídos los sedimentos, el protocolo de gestión sostenible establece cómo disponer las arenas en los vaciaderos para mejorar la biodiversidad. Por un lado, define el diseño de estos espacios para que ofrezcan zonas de mayor refugio para las aves y plantea la creación de diques interiores e islotes que proporcionen una mayor protección frente a los predadores.
Por otro, incluye pautas como la instalación de compuertas que garanticen una lámina de agua mínima dentro de los vaciaderos durante el periodo reproductor. De esta forma, las aves han podido disponer de espacios húmedos alternativos en momentos de poca lluvia, entre primavera y verano.
Desde el inicio de aplicación del protocolo, la Autoridad Portuaria y el CSIC han censado más de 70 especies de aves acuáticas en los vaciaderos terrestres. Del total registrado, cuatro especies están catalogadas como en peligro de extinción: el porrón pardo, la cerceta pardilla, la garcilla cangrejera y la focha moruna; y una, el águila pescadora, como vulnerable.
Además, nueve especies han nidificado con éxito en los vaciaderos. Entre ellas destaca el porrón pardo, una especie muy escasa catalogada en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas como en peligro de extinción. En la zona se han observado otras especies reproductoras como la cigüeñuela común, la avoceta común, la focha común, el ánade real, el pato colorado, el zampullín común, la gallineta común y el chorlitejo chico.
También se ha registrado la presencia de flamenco común, calamón común, morito común, espátula común y garza imperial, que han utilizado la zona para alimentarse; así como de múltiples especies de limícolas invernantes y en paso, y de otras especies de anátidas.
Por otro lado, el protocolo establece pautas para la nidificación del abejaruco, incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Para ello se han creado taludes permanentes y temporales que han sido colonizados por la especie.