La
explosión de la batería de un teléfono móvil que estaba
en carga provocó el
incendio en el que fallecieron cuatro personas de una misma familia en
Guillena (Sevilla) el pasado domingo.
Según ha informado la Guardia Civil, esta es la
conclusión del trabajo realizado por el
Equipo de Incendios de la Zona desde el día de los hechos, al tener claro los agentes desde el primer momento que el incendio
se había iniciado en la planta baja de la vivienda, de dos alturas.
Los investigadores han situado el
inicio del fuego en un sofá del salón, donde estaban los
restos de un móvil que había explosionado estando en carga, depositado además
encima del sofá.
En este caso, según las fuentes, se unieron
tres factores: que la
batería colapsase, que estuviese en la
planta baja, con lo que la
combustión tendió a ascender hacia la alta, y que
reposara sobre un sofá, que salió
ardiendo de forma inmediata y actuó como elemento dispersor del fuego.
En este sentido, el sargento de Bomberos de la Diputación de Sevilla, cuyos parques actuaron en este suceso,
Manuel Blanco, ha explicado a EFE que la
combustión se produjo a raíz de una
batería “que normalmente suele ser de litio”, y que funciona “
transformando energía química en eléctrica”.
Las causas, en este suceso en concreto, podrían estar relacionadas con “una
reacción química descontrolada”, y ha recordado que
hay que vigilar “que el móvil no se caliente mucho, por ejemplo”, además de respetar el consejo del fabricante sobre el
tiempo de carga: “Si el móvil carga en cinco horas,
no hay que dejarlo toda la noche enchufado”.
Con todo, Blanco ha señalado que una explosión como la que provocó el incendio de Guillena “
no se produce por un mal uso durante un día”, y apela a tener mucho cuidado con este tipo de aparatos a la hora de darles una vida útil sin problemas.