Un jurado popular ha declarado este martes culpable al joven que ha sido juzgado en la Audiencia de Sevilla por asesinar de un disparo a su novia -menor de edad- en la localidad de El Rubio en febrero de 2023.
Este veredicto, leído a primera hora de esta tarde, ha considerado probado que, anulando toda posibilidad de defensa, el acusado disparó "de forma totalmente inesperada" y con una escopeta sin licencia contra su pareja, a la que tenía "cosificada" y sobre la que ejercía una "posición de dominación".
A pesar de que en la última sesión del juicio la Fiscalía, la acusación particular y la defensa consideraron de manera conjunta que el procesado actuó bajo los efectos de las drogas y el alcohol, el jurado no ha considerado probado tal extremo y, en cambio, no cree que su consumo habitual afectara a sus capacidades el día de los hechos.
Este último pronunciamiento de los miembros del jurado, que además del delito de asesinato han considerado probados los de malos tratos, lesiones, amenazas graves y tenencia ilícita de armas, ha motivado que las partes hayan modificado este martes sus conclusiones definitivas, al no poder tener en cuenta esa atenuante de drogadicción.
No obstante, la petición definitiva de prisión -que sí tiene en cuenta una reparación del daño por haber consignado 30.000 euros por la responsabilidad civil- tampoco se ha mantenido en los 25 años que solicitaron en la última sesión del juicio y, finalmente, ha quedado en 24 años y 9 meses de prisión.
Rebaja de tres meses en la petición final
Fuentes judiciales han explicado que esta rebaja de tres meses se circunscribe al delito de tenencia ilícita de armas, que pasa de un año a nueve meses, al considerarse que usó una escopeta sin licencia y no un arma prohibida de fabricación casera.
Para emitir su veredicto, el jurado ha tenido en cuenta principalmente la declaración del propio acusado, quien reconoció el crimen machista durante la primera sesión de juicio, y también ha puesto de manifiesto la "posición de dominación" y la "cosificación" que ejercía sobre su pareja.
Durante la primera sesión del juicio, el joven acusado reconoció el asesinato y aseguró que sabía lo que hizo y que no tiene perdón.
El joven se mostró arrepentido por lo ocurrido y pidió perdón a la familia de la menor, cuyos padres increparon al procesado a su entrada a la sala donde se celebra el juicio.
El asesino confeso, que dijo que era consumidor habitual de drogas y alcohol, reconoció que durante su relación con la víctima la insultaba, humillaba y agredía, y que el día de los hechos disparó a su novia en un arrebato, un hecho que ella no podía esperarse.
'Sin perdón'
"En un arrebato le pegué un tiro, no sé qué se me pasó por la cabeza", reconoció el acusado, quien se mostró "dispuesto a pagar" por lo que ha hecho, algo que a su juicio "no tiene perdón".
Ante el reconocimiento expreso de los hechos, tanto la Fiscalía como la acusación particular -ejercida por los padres de la menor asesinada, y la defensa -que dijo que su representado tiene un trastorno de personalidad antisocial e inteligencia 'límite'- rechazaron buena parte de la prueba programada inicialmente, lo que ha simplificado este juicio, ahora pendiente de la concreción definitiva de pena en sentencia.
