Gary Medel es pieza básica en el Sevilla, de hecho la pasada temporada no tuvo sustituto válido alguno, pero también lo es en la selección chilena. Tanto es así, que después de descansar obligatoriomente el pasado sábado de madrugada en el partido de su equipo nacional contra Bolivia en La Paz, por un desgarro lumbal de 6 centrímetros, el preparador físico andino, Hernán Torres, dice ahora que el jugador “ha evolucionado muy bien. Lo analizamos y conversamos con los médicos en la mañana y es muy probable que se recupere para el próximo partido" ante Venezuela dentro de unos pocos días. ¿Milagrosa recuperación? Más bien decisión temeraria.
En los servicios médicos del Sevilla, que saben perfectamente lo sobrecargado que anda el jugador, que han lidiado con esos problemas en la zona lumbar en los últimos meses, las declaraciones del ‘profe’ chileno le huelen a chamusquina, porque incluso entienden que con un problema de ese calibre, lo normal sería parar al jugador varias semanas, en concreto hasta que empiece la pretemporada, ya que este año, más si cabe después de suspender por falta de pago el amistoso en Colonia (Alemania), las vacaciones de los jugadores van a ser importantes, casi mes y medio, y por tanto le vendría al jugador de cine para llegar nuevo.
Además, el Sevilla anda inquieto porque a la importancia deportiva del jugador, hay que sumarle que está obligado, por su rendimiento, a pagar antes de enero cuatro millones de euros más por el traspaso del mediocentro para comprar el 50% de la ficha que no se adquirió cuando se le firmó procedente del Boca Juniors argentino.
