El rector de la Universidad de Sevilla (US), Antonio Ramírez de Arellano, se ha pronunciado sobre la iniciativa presentada por un grupo de claustrales que reclama el cambio del sistema de elección de este cargo --desde el actual método, en el cual es designado por el Claustro de la institución, al sufragio universal ponderado-- subrayando que, a su juicio, éste último está lleno de "peculiaridades".
En una entrevista concedida a Europa Press, Ramírez de Arellano ha manifestado que la propuesta ya se encuentra en la Comisión de Proyectos Normativos de la Hispalense, complementada con otra iniciativa emanada del Consejo de Gobierno de la universidad, "apoyada por una amplísima mayoría", en la que se contempla que la comisión tenga la posibilidad de analizar la permanencia del actual sistema con la existencia de "matices".
En este sentido, el rector ha asegurado no ver problema alguno en cuál sea el método que se establezca "siempre que éste suponga la elección por parte de la comunidad universitaria como representantes de la sociedad para esta misión".
No obstante, Ramírez de Arellano ha recordado que es el actual 'modus operandi' el "más tradicional e histórico de las universidades a nivel mundial; desde la Edad Media los Claustros han elegido a los rectores", mientras que el sistema "inusual" es el promovido por la Asociación de Personal Docente e Investigador de la Universidad de Sevilla (Adius), lleno de "singularidades" que lo hacen "muy extraño".
"Es un sistema francamente imperfecto, que llevado a los extremos, y también en situaciones intermedias, genera casos extraños", ha expuesto el rector de la Hispalense, que ha ejemplificado en universidades con candidatos que de manera expresa desmovilizan el voto del alumnado para conseguir que solo vote una facultad. Con todo, no considera esto un problema de fondo, sino que el método es "uno más" y "siempre que permita a los universitarios ejercer su representación me parece correcto".
Ha abundado al indicar que "todo el mundo entiende el sistema parlamentario, que somete a un control muy estricto al rector, y el otro es un experimento que tuvo su origen en un intento de politización de las universidades, algo que personalmente no me gusta".
Ramírez de Arellano, por último, ha incidido en que el caso debería someterse a un periodo de espera debido al contexto político y legal, ya que "nos encontramos en una situación especial", habida cuenta de la planeada reforma de la Ley de Universidades por parte del Ejecutivo central y la posibilidad de que ésta afecte al gobierno y autonomía de las propias universidades. "Las elecciones a rector son dentro de tres años, no vayamos a dedicar esfuerzos a algo que no sirva para nada", ha advertido.
