El rector de la Universidad de Sevilla (US), Antonio Ramírez de Arellano, ha ofrecido una valoración inicial respecto a las primeras consignaciones presupuestarias del Estado para el próximo año 2014, señalando que si bien "parece" que el Ejecutivo central acabará incluyendo una partida presupuestaria mayor para becas y ayudas de estudios --unos 250 millones más--, todo apunta a que el aspecto de la investigación está abocado a "otro año difícil" y a las mismas "estrecheces", en el marco de un ejercicio que será complicado por la "acumulación" de circunstancias adversas.
En un encuentro informativo en el restaurante La Raza, Ramírez de Arellano, que ha realizado un repaso de la actualidad de la Hispalense y de muchos de los temas candentes del sector universitario andaluz y español, ha instado asimismo a Andalucía a "abordar" el pago de la deuda pendiente, para el cual las sedes académicas de la comunidad aún se encuentran a la espera de una inyección de 100 millones de euros comprometida para el inicio del curso.
Con un débito por parte de la administración que alcanza los 190 millones de euros, en una situación que "no termina de resolverse", el rector de la US ha criticado que la dotación presupuestaria de cada universidad se haya decidido "hace cuatro o cinco días", punto que hace la gestión "difícil". En su lugar, ha optado por dar a conocer en estos meses la dotación del próximo año, una reivindicación que ha esgrimido durante mucho tiempo para evitar el "retraso" en las decisiones de financiación presupuestaria.
En lo tocante a la tesorería, aunque el funcionamiento de la Universidad de Sevilla se ha mantenido "estable" durante los dos últimos años el gran escollo sigue estando en la falta de pago de las cantidades pendientes. Sí se ha congratulado de los mecanismos activados para el pago desde este mes a proveedores, lo que supone un "alivio" respecto a una situación en la que eran éstos los que acababan financiando servicios públicos.
"La situación no mejora", ha resumido Ramírez de Arellano, que ha incidido en la propuesta de incluir el pago a las universidades en el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y ha manifestado que la administración ha ofrecido un plan plurianual de pago.
"ENORME PLÉYADE" QUE SÓLO PUEDE ASPIRAR A SER INTERINA
Otra gran preocupación de la Hispalense la constituye los problemas a los que debe enfrentarse como consecuencia de las dificultades en materia de recursos humanos registradas por la tasa de reposición del 10 por ciento impuesta por el Gobierno central, que se agota con las promociones y que mantiene un determinado número de plazas impugnadas por parte del Estado al instaurarse la modalidad de concurso público en cada ascenso universitario, algo que "no quieren escuchar" y que provoca que ni se generen nuevos puestos ni pueda haber promoción.
Con 300 profesores asociados con los que no se ha renovado el contrato y 200 plazas docentes amortizadas por jubilaciones, el rector de la US ha lamentado que todo ello derive en un "menoscabo" de oportunidades laborales en el ámbito del profesorado.
Con todo, la Junta sí permite la contratación puntual de docentes interinos, lo que ha propiciado que unas 50 aulas de la Hispalense puedan empezar sus clases, si bien ello incide en una "enorme pléyade" de jóvenes cuya única forma de permanecer en la universidad es como interinos, "que no es la manera más deseable". A su juicio, la administración autonómica, "que ha tardado meses en responder", debe ser más "proactiva" en esta cuestión para poder "generar cantera", pues la actual tesitura "dista mucho de ser satisfactoria".
NO PODER ESTUDIAR "CAMBIA LA VIDA DE LAS PERSONAS"
La situación del estudiantado es la tercera gran pata de la actualidad universitaria. Así, Ramírez de Arellano se ha posicionado en contra de los recortes en materia de becas apuntando a que el esfuerzo académico no se le puede pedir únicamente a los que menos recursos tienen --sólo un 3 por ciento de los becarios lo suspende todo, frente al 17 por ciento del total de alumnado universitario en España, lo que evidencia que los beneficiarios de becas rinden--, al margen de que esta cultura es "inherente" a la Universidad.
"El no poder estudiar cambia la vida de las personas", ha manifestado, haciendo hincapié en que, pese a todo, por ahora no se han detectado prácticamente cambios ni en el número de matriculaciones ni en el de peticiones de becas --"las familias siguen dispuestas a hacer sacrificios"--, aunque el auténtico baremo se dará cuando se conozca en primavera si las ayudas se conceden o se deniegan.
También ha expresado que la máxima preocupación de la US en lo tocante a la denegación de becas la constituyen aquellos grupos de especial afección, como los jóvenes que viven lejos de los campus. Para ello, ha aludido a acciones por parte de las administraciones, ejemplificando en que "para un ayuntamiento a lo mejor sale más a cuenta poner un autobús que desplace a los estudiantes que fomentar un alquiler".
OTRAS "RUTAS" PARA FINANCIAR INFRAESTRUCTURAS
En lo tocante a otros aspectos, el rector, que ha apostado por la especialización y por una oferta académica "que cuente con el interés de los estudiantes", ha apuntado, con motivo de la petición de un grupo de claustrales para cambiar el sistema de elección al Rectorado, que si bien este aspecto puede tener un valor "táctico" lo deseable es que el rector siga siendo elegido por la comunidad universitaria, pendiente este aspecto de la reforma universitaria del Gobierno central.
Sobre la huelga que promueve la Asociación de Personal Docente e Investigador de la Universidad de Sevilla (Adius), Ramírez de Arellano ha señalado que ve "justas" algunas de sus reivindicaciones, si bien su papel como rector es el de "no hacer nada".
En lo referente a infraestructuras, asimismo, ha confirmado que se seguirá adelante con los proyectos ya iniciados, incluyendo la Facultad de Farmacia y la Escuela Politécnica de Los Bermejales, si bien en éste último caso se buscan otras "rutas", como grupos de inversión, ante las dificultades locales.
Por último, ha vuelto a alertar sobre la posibilidad de una "burbuja" de universidades privadas, a las que hay que exigir, en su opinión, que sean competitivas, y ha calificado al ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, como una persona "muy inteligente" con un discurso "que no comparto".