En el chaflán de la calle Santa María de Gracia que daba a la calle Sierpes, había dos diminutas accesorias, de un metro y medio de fondo. En una de ellas estaba instalada una lechería, donde apenas si cabían las cántaras y el dependiente. Y en la otra tenía su puesto de refrescos la popular Dolorcita, cuyo nombreverdadero era María del Rosario Comesaña y Arahal.
​El puesto de Dolorcita era minúsculo. Por delante de la accesoria, donde tenía las canastas de varetas llenas de uvas verdes sin madurar,siempre de parra no de viñas, las cántaras de agua, las botellas de jarabes de reserva y su "taller secreto", instalaba un pequeño mostrador de madera, sobre el que servía los vasos a la clientela. Debajo del mostrador, en tinajas de barro, tenía el agraz, que sacaba con un pequeño jarrito blanco de porcelana para llenar los vasos, después de moverlo de vez en cuando con una larga paleta de madera. El techo lo formaba un toldo de lona, una marquesina, de la que colgaban hermosos racimos de uvas como reclamos, de los que algunos clientes arrancaban pequeños gajos para comérselos.
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El agraz de Dolorcita fue una bebida exquisita, refrescante, muy popular durante la primavera y el verano, y aunque los ingredientes eran muy conocidos, la mezcla que ella hacía era una fórmula secreta, algo que nadie logró conocer, salvo su familia. El principal ingrediente era zumo de uva verde, sin madurar. Después de exprimir una determinada cantidad de uva, disolvía el zumo en agua, con hielo picado, del que por entonces vendían en barras. Luego añadía algo que sólo ella conocía. Tuvo muchos imitadores, pero nadie fue capaz de hacer el agraz tan rico como Dolorcita... Estuvo muchos años instalada en el chaflán de la calle Santa María de Gracia, esquina con Sierpes, y fue un personaje popular, muy querido por los sevillanos.
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Además del agraz, Dolorcita vendía refrescos de jarabes. En una pequeña mesa, a su derecha, tenía las botellas de jarabes de menta, limón, naranja, fresa, zarzaparrilla... Echaba unos dos dedos de jarabe en un vaso y lo llenaba de agua fría, siempre con el pequeño jarro de porcelana. Lo removía con una cucharilla de mango largo y lo servía al cliente. A su izquierda, una chiquilla fregaba los vasos usados en un pequeño lebrillo, puesto sobre un cajón.
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María del Rosario Comesaña y Arahal siempre vistió hábito de la Virgen del Carmen, que en parte resguardaba con un delantal blanco de amplio peto y unos manguitos para los brazos, ajustados con elásticos en las muñecas. Peinaba su pelo negro rizado hacia atrás con un moño alto, en el que lucía un clavel rojo. Era devota de Sor Ángela, del Padre Tarín y de Don Marcelo de Sevilla. Fue camarera de la Virgen de la Amargura
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Nosotros hemos conocido recientemente al nieto de Dolorcita, Jorge Cusí Rodríguez, quién nos ha explicado que su abuela siempre utilizó el nombre de su madre, Dolores Arahal, para su actividad mercantil. María del Rosario (Sevilla, 1890-1953), estuvo casada con Pelegrín Rodríguez Muñoz, comandante de Infantería y tuvo cuatro hijos, Guillermo, Pelegrín, Ana María y Charito, la única ​que aún vive y reside en Canadá.
La receta secreta del agraz la guarda su nieto Jorge (69 años, Sevilla 8. 4.1944), que es hijo de Ana María Rodríguez Comesaña y de José María Cusí Padern. Su bisnieto Iván de 14 años también es custodio de la receta.