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Sevilla

Villalobos dice que es una \"desgracia\" ver cómo se van empresas como Puleva de la provincia y apuesta por pymes

\"Si se dan unas ayudas, hay que responder por ellas\"

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El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, ha lamentado este lunes la decisión de la empresa Puleva de cerrar la planta de Sevilla, ubicada en la localidad de Alcalá de Guadaíra, y ha manifestado que es una "desgracia" el hecho de "ver cómo se van grandes empresas de la provincia sevillana".

   En este punto, Villalobos ha señalado ante las preguntas de los periodistas sobre este asunto que "el problema es que se ha hecho una política de subvención y apoyo a estas multinacionales y cuando les sopla el viento más caliente pues se van a otro sitio".

   "Algo habrá que arbitrar para que esto no sea así, ya que si a usted le dan unas ayudas, tiene que responder por esas ayudas", ha aseverado el presidente de la corporación provincial, quien ha insistido en que "hay que poner freno a esto, dentro de las posibilidades que tiene una Administración pública, puesto que, a pesar de darle una subvención a una multinacional de este tipo no puedes hacer que se quede donde no le es rentable".

   Así las cosas, el mandatario provincial ha lamentado la situación del colectivo de trabajadores que "se quedan de la noche a la mañana sin empleo o les dicen que se tienen que ir a 1.000 kilómetros de distancia a desarrollar la misma actividad que estaban desarrollando en este caso en Alcalá".

   Es por todo ello que Villalobos ha instado a apostar por las pequeñas y medianas empresas (pymes) porque "esa sí que no se va". "Las pymes permanecen con todos los avatares y problemas que se han atravesado en los peores momentos de la crisis económica y ahí siguen en los pueblos y ciudades", ha añadido.

   La decisión de Puleva afecta, según datos sindicales, a unos 70 trabajadores directos y se enmarca en "un grave proceso de desmantelamiento industrial que se está produciendo en la provincia de Sevilla".

   En 2010, Ebro Puleva acordó con el grupo francés Lactalis la venta de su negocio lácteo, Puleva Food, por un importe de 630 millones de euros y en 2011 se llevó a cabo el desmontaje de una de las dos líneas de producción que tenía Puleva en la planta de Sevilla.

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