David Carpio, cantaor jerezano, está en Sevilla estos días promocionando su primer disco en solitario, Mi Verdad.
Carpio pertenece a una contrastada estirpe familiar, la de los Carpio, un nombre que remite a San Miguel y a La Plazuela. En su configuración como artista se conjugan, pues, la herencia de la sangre, la de un arte transmitido oralmente de generación en generación, con una trayectoria profesional dilatada pese a su juventud. Curtido en las compañías principales de baile desde la adolescencia, Carpio es un cantaor completo, con un sentido de la profesionalidad y de la seriedad difícilmente superable. Su cante rancio le hace ser un artista diferente, su voz transporta un eco ancestral.
En la actualidad, David Carpio compagina sus recitales en solitario con la preparación de su primera grabación discográfica de estudio y los trabajos con grandes compañías de flamenco como son las de Andrés Peña, Manuel Liñan, Belén Maya, Mercedes Ruiz o María Del Moreno, entre otros. También forma parte, como cantaor protagonista, del grupo del gran guitarrista jerezano Gerardo Núñez.
Para este, su primer disco, el cantaor ha querido lanzar el mensaje de que el cante flamenco clásico y puro está más vivo que nunca. Por ello ha decidido que su debut discográfico sea en vivo, una grabación que está tomada en directo de su actuación en el XVII Festival de Jerez de 2013, dentro de su ciclo Los conciertos del Palacio. Acompañado por el guitarrista Manuel Valencia, David Carpio dio un recital en el Palacio de Villavicencio y, como es norma en ese ciclo, allí se canta sin micrófonos ni megafonía. Tan sólo voz, guitarra y palmas.
Se trata, así, de un disco sin aditivos ni conservantes, que transmite las emociones vivas, y donde afirma que expone y entrega toda su verdad, “Cada cual que se exprese como quiera, yo he elegido lo puro y clásico del flamenco”, según sus propias palabras.
David Carpio sintió la llamada del cante desde muy pequeño. Comenzó de muy niño en estas con su familia, una de las más señeras en cuanto a cante de Jerez, hasta que a los quince años pasa a formar parte de la compañía de Cristóbal 'El Jerezano', un hecho que le abrió las puertas del mundo artístico.
Sus siguientes pasos fueron enrolarse en el espectáculo que dirigía Lauren Postigo, Chavalillos de España, donde David experimentó un crecimiento significativo como cantaor. Desde esos principios hasta llegar a su debut discográfico, Carpio ha mantenido la pureza en su trabajo, algo que no duda en afirmar..