Rescatar las naves de las Reales Atarazanas hasta el nivel original del siglo XIII y obviar la idea de la “plaza pública” planteada por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra son las dos claves de la postura de la asociación conservacionista Adepa, que llegará “hasta donde tenga que llegar” para que se rehabilite “de verdad y no de maquillaje” un monumento que considera la segunda Catedral de Sevilla.
La asociación asegura no estar en contra de la rehabilitación de las Atarazanas pero no quiere un “maquillaje”, por lo que considera una necesidad para recuperar este edificio que se excaven las naves hasta los niveles de los antiguos astilleros y barbacanas del siglo XIII.
Desde Adepa, Joaquín Egea insiste en que es un proyecto “rápido y poco costoso”, similar al que se realizó en su momento en la Iglesia del Salvador, y rechazan que no se pueda realizar por que existan humedades, salga agua o se vaya a derrumbar la estructura.
“Lo demostraremos”, asegura Egea, recuperando el estudio que a mediados de los 90 realizó Fernando Amores junto con Agustina Quirós, que demostró la altura original de las naves (algo más de diez metros) y que no se inundaban. La recuperación se puede hacer “y partiendo de un proyecto que ya existió”, aseguran desde Adepa, recordando que existen fotografías que así lo demuestran (como la que ilustra esta página).
Pero hay otro punto fundamental, según Adepa, el “obviar a Vázquez Consuegra y abandonar su idea de una plaza pública”. Según Egea, nadie niega que sea un magnífico arquitecto, “pero no es un restaurador, no es el idóneo para esa rehabilitación, hay que entender el edificio”, recalca.
Desde Adepa insisten en que su objetivo es que se rehabiliten las Atarazanas pero que se haga “de la mejor forma posible”, recuperando esa catedral civil desde el principio. “Lo que se decida, que se haga bien”, apunta Egea defendiendo que primero deben recuperarse las Atarazanas y después pensar en el museo y todo lo demás, aunque reconoce que habría que estudiar las actuaciones sobre la muralla, las barbacanas y otros aspectos.
De hecho, desde Adepa reconocen que sólo conocen el proyecto inicial y que la Gerencia de Urbanismo les ha confirmado que en un mes les proporcionarán el definitivo, momento en el que estudiarán todos los aspectos técnicos pero también los legales que afectan al proyecto, porque llegarán “hasta donde tengan que llegar”, insisten.
Y se van a dirigir a la entidad que financia el proyecto. Según Egea, se van a poner en contacto con el presidente de La Caixa, Isidro Fainé, para exponerle el valor real de las Atarazanas y hacerle ver que, si de verdad está interesado en la conservación del patrimonio, una verdadera rehabilitación requiere recuperar la altura original de las naves y abandonar la idea de la plaza pública.
“No es una locura”, dice Egea, que asegura que el proyecto -que partiría del que ya redactó Amores- no tendría un coste excesivo y se realizaría en poco tiempo con la maquinaria adecuada.