La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a dos años de cárcel a un funcionario de Correos y Telégrafos, identificado como J.C.A.C., que se apropió en el año 2014 de cuatro tóner y un teléfono móvil de un envío postal.
Fuentes del caso han informado a Europa Press de que el acusado iba a ser enjuiciado durante el mes de mayo por un jurado popular, aunque finalmente no ha sido necesario después de que el imputado haya mostrado su absoluta conformidad con las penas solicitadas por la Fiscalía.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Audiencia condena al funcionario de Correos a un año de cárcel y el pago de una multa de 273 euros por un delito de malversación y a un año de prisión y multa de 630 euros por un delito de infidelidad en la custodia de documentos.
Además, lo condena a cuatro años de inhabilitación especial para el empleo o cargo público del cuerpo de auxiliares postales y de telecomunicaciones en la sociedad estatal de Correos y Telégrafos.
Los hechos tuvieron lugar en torno al 14 de febrero de 2014, cuando el acusado se hallaba efectuando las labores propias de su cargo como funcionario de Correos en una sucursal de Sevilla capital, consistentes en tareas de ayudas en el almacén.
De este modo, y "con la finalidad de enriquecerse ilícitamente", el imputado cogió cuatro tóner nuevos valorados en 542,60 euros que se hallaban en ese lugar como material propio de la oficina de Correos.
Además, entre las 12,00 y las 13,00 horas del día 14 de febrero de 2014, y "aprovechando el fácil acceso que tenía a los envíos postales", el acusado cogió "con la misma finalidad ilícita" varios objetos de los envíos devueltos a sus remitentes que habían sido previamente clasificados y colocados en la llamada 'jaula' de devoluciones para su envío a la primera planta, donde se efectúa su carga en los camiones y posterior reparto.
De este modo, el acusado, de 47 años de edad, cogió de dichos envíos postales un teléfono móvil junto con un contrato y tarjeta SIM valorados en 90 euros y un portaplanos, tras lo que los cargó en su vehículo y, sobre las 13,30 horas del mismo día 14 de febrero, fue sorprendido por la Policía cuando trataba de venderlos a un ciudadano marroquí en la calle San Juan de Dios de Sevilla.
El total del valor de los efectos sustraídos asciende a 647 euros, si bien fueron recuperados sin que conste acreditado daño alguno.