Maloma Morales, la joven presuntamente retenida por su familia biológica en el Sahara desde el 12 de diciembre, ha llamado hoy a su padre adoptivo sevillano para decirle que quiere "una solución fluida entre las dos familias" para volver a España y seguir manteniendo contacto con su familia biológica.
La joven, según ha dicho a Efe su padre adoptivo, José Morales, ha hablado con él durante una hora, "y de una forma relajada nos ha dicho que si vuelve tiene que ser poco a poco", a la vez que ha agradecido a su hermano Mohammed las facilidades que le ha dado para ponerse en contacto con su familia adoptiva de Mairena del Aljarafe (Sevilla).
Morales ha indicado que su hija le ha dicho que quiere que se abra "una vía de diálogo y entendimiento entre las dos familias, y nos ha dicho que todo puede solucionarse, pero que debe haber calma".
"Para mí, lo más importante es que he podido hablar con ella, que está bien, y nos ha pedido que no haya presiones, sino el diálogo necesario para llegar a un entendimiento entre las partes", ha explicado.
En la conversación, según el padre, la joven ha estado tranquila en todo momento, explicando de forma relajada "que está muy agradecida a todos los que, de un modo u otro, están trabajando en conseguir que pueda regresar", pero siempre "dejando claro que quiere que ninguna de las dos familias sufra".
"Hemos hablado de todo lo que debemos hacer para llegar a un entendimiento, para que Maloma vuelva pero que mantenga una relación estable con las dos familias, yendo y viniendo a los campamentos libremente, como hacen otras muchas mujeres saharauis", ha señalado José Morales.
El padre adoptivo ha dicho que se ha emocionado al hablar con la joven, y ha destacado que su familia en el Sahara está dispuesta a facilitarle un teléfono a Maloma para que, mientras regresa a España, pueda dialogar con ella de forma fluida "siempre que los dos quieran".
Ha señalado que espera volver a hablar con ella en las próximas horas "y avanzar en todo lo que hemos hablado hoy, después de cinco meses".
Maloma, de 22 años, que está retenida desde el 12 de diciembre cuando se disponía a regresar a España tras una breve estancia en el Sahara, había llegado el 22 de abril a Rabuni -la capital administrativa del Sahara Occidental, en los campamentos de Tinduf- tras ser liberada de su cautiverio, pero posteriormente fue entregada de nuevo a la familia biológica.
La joven conoció a su familia adoptiva española cuando tenía 7 años, y a partir de los 12 iniciaron un proceso con la familia biológica para que la niña viviese con ellos, hasta que al cumplir los 18 ella decidió quedarse en Mairena del Aljarafe y comenzaron el proceso de adopción.