El presidente de los EEUU, Barack Obama, comienza mañana en Sevilla su primera visita oficial a España, que está marcada por la matanza cometida en Dallas (Texas), donde cinco policías han muerto en un tiroteo durante una manifestación de protesta por la violencia policial contra la población negra.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha confirmado hoy que el Ejecutivo no ha recibido comunicación alguna de las autoridades estadounidenses sobre alteración de los planes iniciales del viaje con motivo de los sucesos de Dallas, calificados por el propio Obama desde la cumbre de la OTAN de Varsovia como una "tremenda tragedia" sobre la que ha prometido "justicia".
En la víspera de su llegada a España, el Gobierno en funciones ha expresado su solidaridad hacia los EEUU, una sociedad según la vicepresidenta "con la que compartimos la necesidad de luchar contra la violencia y en favor de la igualdad", así como de defender "la convivencia democrática de todos los ciudadanos".
El Rey Felipe VI, que mañana por la noche recibirá a Obama en el aeropuerto de Sevilla junto a Sáenz de Santamaría, ha enviado un telegrama al presidente para trasladarle "toda la cercanía, solidaridad y apoyo" en nombre del Gobierno y del "pueblo español" por el "violento e inhumano ataque" de Dallas.
Al margen de las repercusiones que lo ocurrido pueda tener para el mandatario estadounidense en el curso de la visita, desde el ámbito español el viaje coincide con un complejo momento político derivado de las conversaciones del jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, para buscar su investidura.
A medio año de dejar el cargo, la presencia de Obama en España responde a una invitación que el Rey le hizo en septiembre del año pasado en la Casa Blanca.
El avión Air Force One del presidente estadounidense aterrizará en la noche del sábado en Sevilla procedente de Varsovia, donde Obama participa en la cumbre de la OTAN, en la que también está Rajoy.
Los planes de su estancia en Sevilla, sobre los que las instituciones han facilitado escasos detalles, comprenden una visita durante la mañana al centro histórico de la ciudad acompañado por el Monarca; se da por hecho que le recibirá en los Reales Alcázares y que también visitará la catedral.
Por la tarde se desplazará hasta la base naval de Rota (Cádiz) y después volará a Madrid, donde el lunes cumplirá con la parte más institucional de su estancia, con un encuentro oficial con Rajoy y un almuerzo en el Palacio Real ofrecido por los Reyes al que seguirá un encuentro con jóvenes antes de regresar a los EEUU.
Tras su reunión con Rajoy en el Palacio de la Moncloa se esperan declaraciones de ambos; en su conversación está previsto que aborden la situación creada tras la repetición de las elecciones en España, y también las presidenciales de noviembre en EEUU, a las que Obama ya no puede presentarse al agotarse su ocho años de mandato.
La asistencia del presidente del Gobierno a la cumbre de la OTAN y la visita de Obama han interrumpido las conversaciones políticas de Rajoy para buscar apoyos para la investidura, que continuarán el martes con Iglesias y Rivera.
Además de la complicada situación política de España, con un Ejecutivo en funciones desde hace 200 días, el "Brexit" y la lucha contra el terrorismo islamista serán otras cuestiones que serán analizadas en la entrevista en Moncloa.
Obama también conversará con Felipe VI en el Palacio Real, antes del almuerzo ofrecido por los Reyes a un centenar de comensales de la vida política, social y cultural española, siguiendo los usos reservados por Zarzuela para agasajar a las visitas más relevantes.
Ambos pronunciarán sendos discursos en el brindis del almuerzo en el Palacio Real, entre cuyos asistentes figurarán los líderes de los principales partidos de la oposición -Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Iglesias (Unidos Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos)- con quienes la Casa Blanca ha anunciado que también hablará en privado Barack Obama.
Será novedosa la presencia de Iglesias en el Palacio de Oriente, y los dirigentes políticos esperan con cierta expectación su diálogo con Obama, aunque hoy todavía no se sabía qué formato tendrá y si irá más allá de un mero saludo de cortesía.
El asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, ha manifestado que con su saludo a la oposición se reconocerá "que estamos en un momento políticamente crítico en España después de las elecciones".
Más allá del ámbito bilateral, el que será el primer viaje de un presidente estadounidense a España en 15 años le permitirá además mostrar apoyo a los suyos, en especial los militares de EEUU destacados en la base naval de Rota (Cádiz), de uso conjunto por los dos países desde hace más de 60 años.
Son 3.500 los estadounidenses que residen allí, entre marines y sus familias; desde el pasado mes de septiembre permanecen fondeados en Rota cuatro destructores de EEUU que forman parte del escudo antimisiles de la OTAN.
Barack Obama ya estuvo en España en 1988, cuando recorrió como "mochilero" varios países europeos y recaló en Madrid y Barcelona antes de trasladarse a Kenia para conocer el pueblo de su padre.