La Fiscalía de Sevilla y la acusación particular han pedido hoy mantener el procesamiento de Francisco Morillo Suárez, de 46 años, que está preso acusado de asesinar y agredir sexualmente a una mujer de 31 años en el Parque María Luisa de Sevilla.
Tanto la Fiscalía como la acusación han hecho esta petición en la vista oral celebrada en la sección séptima de la Audiencia de Sevilla tras el recurso contra el procesamiento del detenido presentado por su abogado defensor, han informado a Efe fuentes judiciales.
En la vista oral, la Fiscalía y la acusación han mantenido que existen "indicios racionales" de los delitos de asesinato y agresión sexual de los que se acusa al único detenido por la muerte de la mujer, ocurrida la madrugada del pasado 24 de febrero.
El abogado defensor, por su parte, ha reiterado que lo ocurrido fue un homicidio imprudente.
Tras la vista oral, está previsto que la Audiencia dicte una resolución respecto al recurso presentado dentro de unas dos semanas.
En julio pasado, el juez de instrucción 16 de Sevilla, Juan Gutiérrez Casillas, acusó al detenido de cometer un asesinato y de agredir sexualmente a la mujer, a la que atacó cuando estaba indefensa porque ingirió fármacos, aunque no letales, para suicidarse.
El juez, que le impuso una fianza de 250.000 euros, consideró que tras las declaraciones y las pruebas practicadas, existían indicios racionales de que el hombre atacó a la mujer, de 31 años, durante la madrugada y cuando estaba somnolienta.
La víctima, cuyo cadáver fue localizado la mañana del 24 de febrero en la glorieta Juanita Reina por trabajadores del parque sevillano, murió desangrada por las heridas que el acusado le habría causado en distintas partes del cuerpo, como la cabeza, rodillas, antebrazos, muslos y órganos genitales, según el juez.
Las pastillas que ingirió no le habrían causado la muerte, según la autopsia inicial y la ampliación realizada por el Instituto de Medicina Legal, y el agresor se habría valido de la vulnerabilidad de la víctima e imposibilidad de defensa para su agresión mortal.
El presunto agresor fue encarcelado el 11 de marzo, y cuando declaró ante el juez, dijo que tuvo relaciones sexuales con la mujer pero aseguró que fueron consentidas.
En un principio, se creyó que el caso se trataba de un suicidio porque a la mujer se le encontró en el bolso una nota de despedida ante la situación de agobio que padecía, lo que se descartó posteriormente.
Las pruebas de ADN en pañuelos encontrados junto al cadáver, que fueron minuciosamente guardados por una limpiadora del parque, permitieron localizar al detenido.
