El presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), Miguel Rus, ha advertido de que 2016 ha sido un año "sin grandes luces y con grandes sombras" para la provincia, que a su juicio sigue "castigada" por los poderes en materia de recursos, inversiones e infraestructuras. Criticando además la "falta de diálogo y consenso" del Ayuntamiento hispalense con sectores económicos como la hostelería o la construcción, ha llamado a salir de la "indolencia" y "ser mucho más reivindicativos".
En el marco de la asamblea general anual de la CES, celebrada este miércoles en el Club Antares, Miguel Rus ha expuesto que aunque los datos macroeconómicos reflejan una "evolución favorable" de la economía de la provincia de Sevilla y algunas "pinceladas" llaman al "optimismo", como el crecimiento del turismo y las exportaciones, todo queda "empañado" con las cifras del desempleo. Al respecto, ha señalado los 219.210 parados registrados que arrojaba el recuento de las personas inscritas en las listas del paro en febrero.
Además, ha avisado de los "preocupantes" elementos que pesan sobre la economía sevillana, lamentando especialmente el "duro y descorazonador varapalo" de la suspensión del proyecto de dragado de profundización planeado desde 1999 para ampliar el calado del tramo navegable del río Guadalquivir, reprochando al Gobierno central y a la Junta de Andalucía que no hayan "defendido" ni tratado "adecuadamente" la iniciativa.
En paralelo, ha mostrado su "preocupación" por el sector educativo, ante la decisión de la Junta de Andalucía de retirar el concierto a los colegios de educación diferenciada por sexo en el caso de las unidades de nuevo acceso. "Se va contra la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos", ha criticado.
LOS VELADORES
También en clave puramente local, ha lamentado el "ninguneo" del Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por Juan Espadas (PSOE), hacia los empresarios hosteleros, a cuenta de la reducción del número de veladores autorizados en espacios como la avenida de la Constitución, la calle San Fernando o la plaza de la Campana. "La hostelería es un sector de mucho peso y hay en juego empresas y puestos de trabajo", ha dicho, criticando la "falta de diálogo y consenso" del Ayuntamiento en este asunto.
También respecto al Consistorio hispalense, ha lamentado que los empresarios tengan que esperar hasta "un año" en conseguir la licencia de apertura para nuevos negocios, avisando del "colapso de cientos de proyectos". "No se puede poner tantas trabas a las empresas", ha dicho, pasando a advertir de que la presión fiscal "no sólo no ha disminuido" como "prometieron" los socialistas, sino que "ha aumentado ostensiblemente", impidiendo el "crecimiento generalizado" de la economía sevillana.
Además, y de nuevo en el ámbito local, ha criticado "las grandes dificultades del transporte de mercancías para cruzar la ciudad y la imposibilidad manifiesta de acceder a determinadas zonas industriales". Igualmente, ha lamentado el "destrozo" que supone para el "relevo generacional" en el empresariado el impuesto de sucesiones, sobre todo porque las pequeñas y medianas empresas y las microempresas constituyen "el 97 por ciento" de la economía sevillana.
LA "MANO NEGRA"
Pero especialmente, Miguel Rus ha lamentado la suspensión de iniciativas como el dragado de profundización del río y el estancamiento de los proyectos "clave" para Sevilla, lo que le ha llevado a advertir de que la provincia y la ciudad sufren "un maleficio" o los efectos de una "mano negra". "Mucha palabrería, pero no se está haciendo lo que se debe para apoyar la actividad empresarial en Sevilla", ha enfatizado respecto a los poderes y administraciones.
Así, respecto al tratamiento de Sevilla por parte de las diferentes administraciones, ha lamentado que sea "constantemente castigada", extremo que ha conectado con su "capitalidad" de la comunidad autónoma". "Igual vamos a tener que hacer como Cataluña y pedir la independencia", ha dicho con sarcasmo, respecto a los métodos para obtener inversiones y recursos.
"¿Se imaginan que el nuevo puente de Cádiz no se hubiese hecho o estuviese parado como los túneles de la SE-40? ¿Se imaginan que el aeropuerto de Málaga no estuviese conectado con la red de trenes AVE? ¿O que no se hubiesen terminado las obras de metro de Granada?", ha preguntado retóricamente.
En este punto, su discurso también ha tenido mensajes hacia la sociedad en su conjunto, porque mientras la futura autovía metropolitana SE-40 sólo cuenta con algunos tramos "que llevan a ninguna parte" al no haber empezado si quiera las obras de los túneles del río o no haya "planificación" para las tres líneas de metro pendiente, lo cierto es que en Sevilla "no pasa nada".
"Aquí no pasa nada. No reaccionamos. Sevilla está indolente y adormecida y tenemos que ser mucho más reivindicativos y pelear mucho más por lo nuestro", ha enfatizado, llamando a "luchar contra una sociedad adormilada y que se ha acomodado a que las cosas pasan porque pasan".