Abengoa ha reunido entre los pasados lunes y miércoles en la que es aún su sede central en el campus Palmas Altas de Sevilla a sus altos directivos para exponerles los puntos clave del plan de futuro diseñado por la consultora Boston Consulting Group (BCG). Según las múltiples fuentes internas consultadas, la empresa sigue atravesando una delicadísima situación financiera que le limita el crecimiento ya que los avales financieros para optar a nuevos contratos son limitados, la tesorería actual sólo da para funcionar dos meses y la venta del negocio de Bioenergía en España y Francia al fondo Trilantic aún no se ha cobrado.
Entre las directrices concretas contenidas en ese documento está, primero, abandonar el mercado de Brasil, país que ha sido clave en la última década. Abengoa, de hecho, no acudió a la misión empresarial con 50 compañías que acompañó al presidente Mariano Rajoy en su visita del mes pasado.
En Brasil la empresa afronta una posible y cuantiosa multa por parte del Gobierno central tras haber dejado colgada la construcción de una gran línea eléctrica de 1.800 km que conecta una enorme planta hidroeléctrica (Belo Monte, con 11.200 megavatios, la tercera del mundo) con las zonas de consumo. La central funciona (Iberdrola, el antaño gran enemigo empresarial de Abengoa, es una de las propietarias de esta gran presa), pero su energía no puede utilizarse.
La empresa tiene también en Brasil las únicas plantas de biofuel que no consiguió vender, plantas que además se han revelado como una fuente de problemas desde que fueron adquiridas hace ahora una década.
En paralelo, el plan como ya avanzó este diario pretende que la mitad del negocio de Abengoa proceda de España (y aquí la filial Inabensa tendrá un papel clave, recuperando clientes históricos), y la otra mitad del exterior. Fuera de España, BCG ha identificado cinco mercados clave: EEUU, México, Chile, Perú y Uruguay, donde se ubica la filial clave Teyma. En un segundo escalón están Europa, Norte de África, Suráfrica y Oriente Medio.
Hasta su entrada en preconcurso en noviembre de 2016, y su salida definitiva del mismo en marzo pasado, la obtención de negocio fuera de España era el vector clave de crecimiento.
Problemas en México
En el lado de los ajustes, primero debe de obtener la empresa más fondos por la venta de activos. Las mismas fuentes señalan que la venta de su 41% en la filial Yield (que agrupa sus mejores activos desde 2013) no va a permitir ingresar los al menos 800 millones estimados. Las ofertas se presentarán hasta final de este mes.
En paralelo, también se han comentado los graves problemas que atraviesa el proyecto A3T en México, una central de gas cuya venta es también clave para que Abengoa cumpla su plan de salvamento y para que la firma pueda repagar la nueva deuda con intereses de hasta el 25% que recibió hace dos meses para no quebrar. Esta central acumula meses de retrasos en su puesta en marcha, lo que ha llevado incluso a General Electric (que suministra turbinas y equipos clave para esa planta) muestre su descontento. Además, tampoco se están cerrando los contratos de venta de electricidad al precio previsto, lo que afectará a sus beneficios futuros.
Las ventas de activos son clave para poder ajustar aún más los gastos generales de funcionamiento, para pasar de 130 millones al año a 80 millones. Ello incluirá más ajustes de plantilla al hacer una estructura más centralizada acorde a una empresa dos tercios más pequeña de lo que era antes de entrar en insolvencia en 2015.