La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a un hombre, natural de Lepe (Huelva), a 20 meses de prisión por apropiarse indebidamente de casi 26.000 euros de la empresa dedicada a la distribución de productos lácteos y embutidos en la que trabajaba como comercial.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, lo condena como autor de un delito continuado de apropiación indebida y estafa, en concurso medial con otro delito también continuado de falsedad en documento mercantil.
Además de la pena de cárcel el impone una multa de 10 meses con cuota diaria de seis euros y a que indemnice a la empresa en la cantidad de 22.099,82 euros y a la aseguradora de ésta en 1.500 euros.
Se considera probado que el acusado fue contratado el día 19 de abril de 2010 como comercial por la empresa Andaques SL, compañía mercantil dedicada a la distribución de productos lácteos y embutidos con sede en el Polígono Store de Sevilla.
Entre sus funciones estaba la de visitar a clientes y concertar con ellos ventas, cursando los pedidos a la empresa mediante una PDA, pedidos que eran entregados habitualmente por repartidores de la empresa, que recababan la firma del comprador sobre una factura emitida al efecto, factura así firmada que días después era entregada al acusado para que gestionara su cobro, cuyo importe debía ingresar en la empresa semanalmente, con ocasión de los reportes y liquidaciones que de ordinario tenían lugar los viernes.
El acusado, con el propósito de obtener beneficio económico a costa de la empresa, hizo suyos los importes de diversas facturas cobradas a clientes entre los meses de enero y abril de 2011, no entregándolos a la empresa con excusas y pretextos, con cuya dinámica se apoderó de un importe total de 17.621, 03 euros.
Con ese mismo propósito y en las mismas fechas, cursó a la empresa pedidos falsos que retiraba haciendo entrega de facturas en las que él u otra persona a su ruego habían estampado unas firmas o rúbricas que simulaban ser las de los supuestos clientes; así logró apoderarse de mercancías por un valor total de 8.302, 10 euros.
El día 6 de junio de 2011, al detectarse los hechos, el acusado fue despedido por la empresa, reconociendo en ese momento haberse apoderado de 25.973, 13 euros, de los cuales devolvió 2.375 euros antes de julio de 2011.
La empresa tenía concertado un seguro de responsabilidad civil, que le cubría parcialmente las posibles apropiaciones indebidas de empleados, con una entidad que abonó 1.500 euros, habiéndose subrogado en la posición del asegurado hasta ese importe.