Las filiales de la Macarena y Triana abandonan Sevilla camino al Rocío

Las hermandades del Rocío de Triana y La Macarena se han despedido hoy de Sevilla con una comitiva de carrozas, flores y mucho calor con las que han emprendido su camino hacía la aldea de El Rocío donde se celebrará la romería del Pentecostés el próximo fin de semana.

La hermandad del Rocío de Triana, con sus cinco mil peregrinos, ha salido esta mañana de su parroquia entre cantos y flores que decoran el simpecado, y se unirá a los largo del día al resto de las hermandades que salen durante esta semana de la provincia.

Los bueyes tocados con insignias de las hermandades tiran de las elegantes carrozas color plata, decoradas con flores de tonos cálidos rojo, amarillo, naranja o rosado, que portan candelabros y tallas plateadas.

Uno de los peregrinos de Triana Juan Moreno, quien lleva 43 años haciendo el camino hacía El Rocío, mientras esperaba la llegada de la carroza a la Basílica del Cachorro, ha dicho a Efe que este año emprenderá camino con su yerno y que espera una vez más tener la fuerza para llegar hasta El Rocío.

Una hora antes de que la hermandad de Triana saliera de su barrio, la de La Macarena, que inició su recorrido sobre las 8:30 horas, ya iba camino de la localidad vecina de Camas.

Una de las romeras de La Macarena Tamara Ruiz, que emprende por segundo año consecutivo el camino con su hijo pequeño, le ha mostrado a Efe el vestuario que llevaba que ella misma ha cosido y preparado a lo largo del año para la romería.

Es una bata rociera de color morado, canastero, con un solo volante con cintas blancas y un mantoncillo del mismo color.

Tamara porta unas flores en la cabeza como complemento, al estilo del resto de las romeras: con mangas cortas o sin ellas y que se adaptan a las altas temperaturas que ya han implantado en la capital hispalense, y que con toda probabilidad acompañarán a la comitiva durante su peregrinar a la ermita.