Luis Cobo, Manglis, uno de los míticos músicos sevillanos que contribuyeron al nacimiento y desarrollo del rock andaluz, residente en Madrid, paso por la redacción de Viva Sevilla para comentar su trayectoria profesional, sus últimos trabajos y sus proyectos futuros.
Ha sido fundador o miembro de bandas históricas como Gong, Guadalquivir, Triana, Manglis, Arrajatabla, Manteca y Manglis Compás Machine, formación actual del trianero.
De Gong, Cobo comenta que “tras la entrada, para completar la banda, de los músicos de viento Pepe el Saxo y el trompetista Jose Luis, sonaba muy Ottis Redding y con un sonido soul muy potente. Es una de las mejores bandas que he escuchado”.
Con Guadalquivir firma dos trabajos de estudio, Guadalquivir (1978), un disco que fue el primer vinilo que salió en España con color, siendo el verde el elegido, y Camino del concierto (1980). “Es la banda con la que he tenido más presencia en toda España, hacíamos conciertos en todo el territorio nacional. Fuimos teloneros de Triana en sus giras y eso nos llevo a hacer 90 conciertos en el año del debut del grupo, aun sin el disco en el mercado.
Después de algunas desavenencias con algún miembro de Guadalquivir, Luis Cobos decide empezar con su primer proyecto en solitario, Manglis, con el que grabó Escalera al cielo (1981) y Dandy (1982). “En esta etapa, justo después de dejar Guadalquivir, es cuando recibo la llamada de Jesús de la Rosa y entro a formar parte de la nomina de músicos que actuaban con Triana”.
Pasan algunos años y forma Arrajatabla, con un Raimundo Amador recién salido de Pata Negra. “Antes de formar la banda hicimos una serie de conciertos, solíamos tocar en el bar que Manuel Molina tenía en la calle Torneo, hasta que recibimos el ofrecimiento de Jose Luis Ortiz Nuevo para participar en el Teatro Lope de Vega dentro de la programación de la Bienal de Flamenco, con un espectáculo que se llamó Ébano y Marfil. Después de eso se formó Arrajatabla, con Raimundo y Juan Reina, con solo un disco en su trayectoria, Sevilla Blues (1991).
Se disuelve Arrajatabla y Manglis decide formar una nuevo proyecto, al que denominó Manteca, con una doble producción discográfica, Manteca Pa'darte gloria y Bailando con cabras.
“Manteca es el proyecto más internacional que he tenido, ya que lo cogió Fonomusic y se distribuyó, de la mano de la editorial alemana Hammer Music, por toda Europa y gran parte del suroeste de Asia”.
El proyecto actual de Luis Cobo es Manglis Compás Machine. “Con Manteca es cuando me empiezo a interesar por otros sonidos e instrumentos como las tablas o los panderos. Con Manglis Compás Machine me voy despegando del jazz rock y me acerco más a otras músicas. En esa época yo ya vivía en Madrid, solía acercarme los miércoles a las jam sessions de la taberna El Mago, allí coincidía con Habichuela, Morente, Nono García y otros. Guitarreábamos e investigábamos sonidos. Un día apareció un tablista indú, sacó sus tablas y comenzó a tocar por bulerías, yo me quede impresionado con esos sonidos. Cuando acabó de tocar hablamos y le comente que se acercara por mi estudio para probar cosas, hubo química desde el principio. Yo tenía el disco Mándala comenzado y esos sonidos entraron a formar parte de el”.
El instrumentista, compositor y productor musical asegura que: “Yo no ganaré nunca dinero de los discos, porque hago música atemporal y para nada comercial”.
My Indian Heart es su último trabajo discográfico, dentro del proyecto Manglis Compás Machine, un disco que le ha llevado 7 años terminar, una autentica obra de arte sonora, en la que han participado más de treinta músicos y en el que la música de La India es protagonista.
A partir de ahora, Manglis seguirá su andadura profesional, aunque no tiene claro si lo hará con este proyecto o inventará otro. Lo que sí tiene totalmente claro es que su música continuará navegando en las fusiones del flamenco, el jazz o el rock con la música indú.
Al ser cuestionado por cómo ve el panorama musical y la proliferación de conciertos en pequeño formato en bares y salas el trianero contestó;” No estoy de acuerdo en ir a un bar a tocar por 50 euros, jamás lo haré. Esto ocurre, a mi entender, por la necesidad que tienen los músicos jóvenes o no consagrados de tocar ante el público para demostrar lo buenos que son y fortalecer su ego. Tienes que tener en cuenta que te habla una persona de 67 años, yo también tuve ese ego de juventud, pero ya no. Ahora prefiero tocar gratis en un gran escenario a hacerlo por ese dinero en un bar”.
Luis Cobo se ha adaptado perfectamente a las nuevas tecnologías y redes sociales, en su perfil de Facebook hay casi 5000 amigos, muchos de ellos músicos. Para el sevillano, es una herramienta potente para la promoción de sus trabajos, pero también para estar al día de lo que se cuece actualmente en la música y sobre todo, para tener un contacto directo con músicos de todo el mundo.
Gracias a las nuevas tecnologías, hoy en día, “es muy fácil ser un buen guitarrista, lo difícil es ser único, que tu música tenga personalidad y suene a ti”.
Le voy a decir varios nombres y me gustaría que, en pocas palabras, me dijera que se le viene a la mente.
Jesus de la Rosa: La genialidad hecha verbo.
Camarón: Ídem. Él y Jesús son dos grandes ramas de un mismo árbol.
Manuel Molina: Manuel es el padre del nuevo flamenco, junto a Lole. No sé si sabes que estuvo a punto de integrase en Triana, hubo hasta ensayos. Yo sé porque no llego a culminarse, pero no lo voy a contar. El destino hizo su trabajo. Gracias a que no llegó a cuajar disfrutamos de artistas diferentes que dejaron un legado espectacular cada uno por su lado.
Paco de Lucía: No tengo palabras para describirlo. Solo te diré que uno de mis maestros, John Maclaunin, moría con Paco. Ha sido lo más grande que hemos tenido en la guitarra, inigualable.
Jimmy Hendrix: La primera locura que sufro como guitarrista. Aquí estaba Manolo Escobar, La Niña de los Peines… A mí me regalan una guitarra a los trece años, a los 17 ya era profesional, tocaba cosas de los Rolling Stones, James Brown The Beatles, pero llega Hendrix y todo cambia.
Jeff Beck: Un gran majareta inglés de la guitarra. Estuve unos años muy colgado con el, y todavía lo sigo.
Raimundo Amador: Un tipo genial. Dios le ha dado esa magia, ese don y esa forma peculiar de tocar la guitarra. El venía del flamenco y traslada esa magia al blues y al rock. Es un gran amigo, me fascina como toca la guitarra Raimundo, es algo especial y único.