Varios grupos de colegios de La Rinconada, Camas y Guillena. Varias asociaciones de mayores y vecinos. Una asociación de dispacacitados de Sevilla. Más de trescientas personas de diferentes generaciones se unieron el pasado viernes en el Parque Periurbano de El Gergal para poner su granito de arena medioambiental y participar activamente en la reforestación del entorno del río Rivera del Huelva, en la zona donde ya descansan sus aguas tras el salto del pantano, un entorno hasta ahora degradado que se está recuperando gracias al esfuerzo de Emasesa.
Es un proceso participativo con ayuntamientos y administraciones pero también con la sociedad, un esfuerzo intergeneracional que mira hacia el futuro, haciendo especialmente partícipes a los más pequeños, aquellos que deben continuar con un plan que es “infinito” en el tiempo y que no debe acabar nunca.
El Parque Periurbano de El Gergal nació en 1989 gracias al acuerdo entre Emasesa, la Junta y el Ayuntamiento de Guillena, en cuyo término municipal se encuentra la presa de El Gergal, propiedad de la empresa metropolitana de aguas.
El entorno se encontraba muy degradado, de forma que se han desarrollado diversas acciones para recuperarlo de forma progresiva. Los trabajos se iniciaron en noviembre de 2018 pero ha sido este viernes cuando se ha escenificado con unas jornadas más que participativas, en las que niños, mayores y sociedad en general han participado en la recuperación del entorno, con una clara vocación de sensibilización ambiental y de futuro, porque las actividades continuarán en primavera y otoño. De hecho, los alumnos que participan en las plantaciones son también los encargados de verificar que esos árboles y arbustos autóctonos arraigan, crecen y forman parte del ecosistema.
Actuación participada
Limpieza del cauce, retirada de basuras, eliminación de los restos de un azud de hormigón del cauce y reforestación con arbustos y árboles autóctonos son las principales actuaciones que se han llevado a cabo para hacer que este espacio sea “más bello de lo que es”, explicaba Jaime Palop, consejero delegado de Emasesa. Pero Palop destacaba lo más importante, que se ha realizado de forma “participativa, con gente mayor y con niños, porque el medioambiente es solidaridad entre generaciones, no se agota ahora, debe tener una prolongación” en el tiempo.
Lo decía después de haber participado con una de las asociaciones, la de de discapacitados Aspanri de Sevilla, en la plantación de varios árboles autóctonos (en concreto, chopos) en la zona en la que antes los restos de hormigón de un azud que colapsó afeaban los dos márgenes del río. Al igual que ellos, casi 200 niños de los colegios Andalucía, de Guillena; Azahares, de La Rinconada; Andalucía, de Camas; más un grupo de jubilados de Emasesa y varias asociaciones de vecinos habían hecho lo propio: plantar casi 300 ejemplares de arbustos y árboles en el entorno, que alcanzarán los 730 cuando se complete la acción en el parque periurbano.
Intergeneracional
Pero si la participación y la colaboración intergeneracional era importante y se destacó en varios momentos de la jornada, fue la educación ambiental el elemento en el que más se hizo hincapié. “Este plan es infinito, no debe acabar nunca; la formación de los niños, de la sociedad”, es la clave para contribuir a la mejora del medio ambiente, decía Palop. “Lo más importante es que una empresa cien por cien pública esté a disposición de los pueblos”, decía el alcalde de La Rinconada, Javier Fernández de los Ríos, pero destacaba la importancia de que niños y mayores pudieran conocer en el propio entorno “el ciclo integral del agua, desde que está en el pantano hasta que llega al grifo”.
“El entorno del Gergal es conocido pero este tipo de actuaciones lo acercan, como zona de ocio y esparcimiento pero también de sensibilización”, apuntaba el alcalde de Guillena, Lorenzo José Medina Moya, quien agradecía a Emasesa las labores de mejora y dejaba claro que se realizaba con una clara visión de futuro, porque el plan de cooperación hará que continúen.
Por último, el concejal de Protección Ambiental de Camas, Miguel Ángel Marín, incidía en la responsabilidad de todos, administraciones y sociedad, a la hora de recuperar entornos degradados, especialmente aquellos que están tan cercanos a los núcleos urbanos. Ponía especial interés Marín en los niños, que tras él jugueteaban en los diferentes talleres ambientales y disfrutaban con Grifo, la mascota de Emasesa. “El futuro está en los niños, la sociedad está más mentalizada y los padres intentamos estar a su altura”, reflexionaba Marín, destacando la importancia de acciones como ésta para concienciar. “Es magnífica”, decía.
Las mejoras en el Parque Periurbano
Ocultación de la presa de El Gergal
La apertura del valle del río Rivera de Huelva aguas abajo de la presa de El Gergal hace que el muro del embalse sea visible desde numerosos puntos del entorno. La ocultación de esta infraestructura pretende mejorar la percepción subjetiva del paisaje fluvial al no existir contacto visual con el principal elemento artificial regulador del ecosistema.
Se ha realizado la plantación de álamo blanco (Populus alba) para crear una pantalla verde que obstaculice la visión de la presa.
Eliminación de los restos del azud
A unos 800 metros aguas abajo de la presa permanecían los restos de un azud que se creó con fines recreativos y cuya estructura colapsó, dejando varios bloques de hormigón sobre el lecho del río. Suponían un obstáculo para el transporte de sedimentos del río, alterando sus características hidromorfológicas, además de suponer un impacto paisajístico negativo.
Así, se han eliminado estos restos de hormigón armado para la restauración fluvial y paisajística.
Repoblando con especies autóctonas
En la actualidad, la vegetación de la zona está degradada por lo que se está realizando la repoblación con especies características de la vegetación potencial de la zona.
En concreto, se están introduciendo plantones de Salix purpurea, Populus alba, Olea europaea var. sylvestris, Nerium oleander y Tamarix gallica, distribuidos de manera irregular para conseguir un resultado final de aspecto natural, seleccionando las localizaciones más favorables para el desarrollo de las plantas.
Un trabajo que seguirá en el tiempo
Los trabajos se han realizado entre noviembre de 2018 y febrero de 2019, y las actividades de sensibilización seguirán hasta otoño de 2019.
Así, se ha retirado 630 m3 de hormigón armado del cauce del río, adecuación de 4,7 hectáreas del Parque con retiradas de basuras y residuos, habilitación de un sendero de 670 metros de longitud, colocación de 6 carteles informativos, instalación de 60 metros de vallas de madera y plantación de 735 plantones de árboles autóctonos.