Tras tres semanas de trabajos (arrancaron en la primera quincena de noviembre) y con cuatro catas realizadas (dos más de las previstas), las tareas de exhumación en el interior del cementerio de Almadén de la Plata en busca de una fosa con una treintena de represaliados en 1936 han acabado sin que se hayan encontrado restos. Fuentes del Ayuntamiento, gobernado por Cs, explican que “actualmente, y una vez agotado sin ningún resultado casi todo el presupuesto de la actuación en el interior, los trabajos se han trasladado a las traseras exteriores del cementerio y se limitarán exclusivamente a determinar la ubicación de una boca de mina donde estaba previsto trabajar desde un principio”.
Actualmente, y una vez agotado sin ningún resultado casi todo el presupuesto de la actuación en el interior, los trabajos se han trasladado a las traseras exteriores del cementerio y se limitarán exclusivamente a determinar la ubicación de una boca de mina donde estaba previsto trabajar desde un pri“La actuación –insisten las citadas fuentes- ha acabado con los fondos agotados, ni una sola víctima encontrada y los trabajos avocados a finalizar en las traseras del cementerio municipal, tal y como contemplaba el primer permiso que concedió el Ayuntamiento”. El alcalde de Almadén, Carlos Raigada, ha defendido siempre que en el interior del camposanto no había restos, como de hecho así lo ratificaba el informe técnico del arqueólogo Miguel Ángel Vargas Durán, en el que se decía textualmente: “Los fusilados en las traseras de las tapias del cementerio de Almadén no fueron enterrados en una fosa común excavada en el interior del mismo”.
No obstante, y después de una agria polémica en las redes sociales por la aparición de una nueva prueba testifical (un testigo aseguró recordar la existencia de esa fosa común en el interior del camposanto), la empresa adjudicataria presentó un nuevo informe de actuación que ya sí recogía la excavación en el interior del cementerio. Este segundo estudio también recibió el visto bueno del Ayuntamiento de Almadén. Finalmente, los trabajos han terminado sin que se hallan encontrado restos de fusilados.
El presupuesto con el que se contaba rondaba los 11.000 euros.
