Sesenta hosteleros sevillanos reclamarán indemnizaciones al Gobierno central por los daños ocasionados con la declaración del
estado de alarma y a la
Junta de Andalucía por las restricciones a la hora de ir retomando de manera escalonada la actividad en esta pandemia. Son los datos confirmados por el
despacho de abogados Iuris 27 Abogados y Economistas, que es quien está canalizando, con la Asociación de Hostelería de Sevilla, las demandas de los empresarios. Este medio centenar largo de reclamaciones son las firmes, pero
en estudio hay cerca de medio millar, afirma Víctor Maldonado, socio del bufete de abogados.
Las indemnizaciones parten de un mínimo de 5.000 euros, calcula Maldonado, que recuerda que existe una plataforma (indemnizar.es) donde todos los sectores afectados se están coordinando para reclamar daños y perjuicios a las administraciones. Estas demandas irán por la vía del contencioso-administrativo. Junto a estas
reclamaciones patrimoniales, también se están estudiando las que se harán
a las aseguradoras.
A la vía administrativa, se le suman las reclamaciones en la calle. El presidente de la
Asociación de Hosteleros de Sevilla, Antonio Luque, ha informado este martes de la
manifestación el próximo 15 de marzo. Saldrá desde la
Campana (11.00 horas), parará en la
Plaza Nueva (donde se unirán las asociaciones de todos los pueblos de la provincia) y en
San Telmo para terminar en la
Plaza de España, donde se leerá un
manifiesto. Esta protesta será simultánea en todas las provincias andaluzas.
Los hosteleros aseguran que, tras un año encadenando cierres y restricciones, “ya no nos queda gasolina”. Por eso, y ante la reunión del
comité de expertos en Andalucía para estudiar una
posible relajación de las restricciones de cara a
Semana Santa, los empresarios del sector reclaman que la
hora de cierre se fije a las 22.30 frente a las 18.00 horas actuales. Para justificar esta petición han pedido incluso información a la Delegación de Gobernación del Ayuntamiento en Sevilla en relación a la “actividad y movilidad que se produce en la ciudad una vez que se procede al cierre de la hostelería a las 18.00 horas”. La respuesta del Ayuntamiento, firmada por el coordinador general de la Delegación, Diego Ramos Sánchez, es que, a partir de ese momento y al estar la actividad esencial (comercios de alimentación, básicamente) abierta “hay una movilidad permanente en los entornos” de estos espacios autorizados. “A medida que ha mejorado la climatología y se han prolongado los días, la movilidad se ha acrecentado de manera sustancial en los días previos a los festivos y los fines de semana por lo que ha sido necesario disponer de una planificación especial de la Policía Local” para evitar las botellonas. En
2020, se batió el récord de
denuncias, con
más de 7.000, un 300% más que en 2019 y en plena pandemia.
“
Los contagios no se están produciendo en nuestros negocios sino en el ámbito privado”, ha subrayado una vez más Luque, que ha denunciado además que los hosteleros reclamarán el próximo 15 de marzo
ayudas “urgentes” tanto al Gobierno de la nación como a la Junta de Andalucía, a la que ha recordado el presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla que tan sólo se han dado 1.000 euros por autónomo.
La hostelería andaluza compara su situación con la del resto de España, donde la hora de cierre está por encima de Andalucía. "Somos la comunidad de España con más restricciones horarias", se ha lamentado Luque. Es el caso de Madrid (23.00 horas), Extremadura (22.00), Castilla la Mancha (22.00) o Castilla y León (21.30), entre otras.
Los hosteleros exigen también la
vacunación prioritaria de los trabajadores de este sector y una
ampliación del aforo en las celebraciones de banquetes, de manera que se fije en función de los metros cuadrados.
En Sevilla capital y su provincia, hay
8.500 establecimientos y están
cerrados más de 2.000. La facturación media ha caído un 50% con respecto a 2019.