¿Dónde y cómo se trata el
millón de toneladas de residuos no peligrosos anuales que producen los 106 pueblos de la
provincia? ¿Quién y de qué forma se trata lo depositado en los
contenedores azul (papel y cartón),
amarillo (plástico y envases) y
gris (orgánico más otros restos)? La fotografía de la recogida y tratamiento de residuos ha llevado años de trabajo a la
Diputación y el resultado, con cierto desfase en los datos, está recogido en el
Plan de residuos no peligrosos de la provincia, aprobado en enero, donde se deja claro que
ninguna de las cuatro plantas tiene una línea específica para biorresiduos, a pesar de que comienza a
implantarse el contenedor marrón,
ni aprovechamiento de rechazo, lo que
incrementaría la eficiencia en el reciclaje.
El plan persigue, por imperativo legal,
reducir el volumen de residuos que va a vertedero, lo que obliga a una
recogida selectiva más exhaustiva para aumentar el reciclaje y la
recuperación de los materiales, destacando la necesidad de
implantar la recogida separada de la fracción orgánica. Esto traducido a colores es sinónimo de implantación
del contenedor marrón. En estos momentos, la presencia de estos contenedores
es nula en la provincia (a excepción de Sevilla capital o la experiencia de
Montellano, el primero que hace una recogida puerta a puerta de los biorresiduos).
Biorresiduos sin tratar
Las plantas que tratan los residuos de la provincia están ubicadas en A
lcalá de Guadaíra (Montemarta Cónica), Alcalá del Río (Vega), Matagrande (Estepa) y Campiña 2000 (Marchena). “En
ninguna de las plantas de la provincia,
hay una línea de tratamiento biológico para biorresiduos recogido de forma separada, de modo que
será necesario analizar la adecuación de las plantas de TMB (Tratamiento Mecánico Biológico) a esta nueva fracción,
o la implantación de nuevas líneas/plantas”, sostiene el plan.
Además, añade el plan, “
en ninguna de las plantas hay aprovechamiento de rechazo”, es decir, de los residuos de origen doméstico, que no son sólo orgánicos, y
sólo en una hay aprovechamiento energético del biogás del vertedero en Montemarta, en vías de implementación en otra de las instalaciones.
El
informe de Rethinking, publicado en
Viva Sevilla, refleja que la planta de
Montemarta recupera sólo el 1,3% del más de medio millón de toneladas que recibe de la recogida del
contenedor gris, mientras que alcanza el
59% en la planta de clasificación de envases. La de
Alcalá del Río recupera el
3,9% del gris y el 62,9% de envases; la de
Estepa, el 2,9% del gris y el 62,4% de envases; y la de
Marchena, el 5,1% de gris y el 62,6 de envases.
En la provincia hay
siete Unidades de Gestión de Residuos (seis mancomunidades y un consorcio) que dan servicio a 90 municipios (1.694.631 habitantes) y otros quince (245.144 habitantes) que no están mancomunados. Estos llevan sus residuos a las plantas de Alcalá de Guadaíra (nueve ayuntamientos), Alcalá del Río (cinco) y Marchena (uno).
Montemarta y la prórroga
La
Mancomunidad de los Alcores (siete municipios, entre ellos la capital, Alcalá y Dos Hermanas) y
la del Guadalquivir (27 municipios) representa al 63,1% de la población, aunque a
Montemarta Cónica, que es donde se tratan los residuos de ambas, llegan el 71,3% de los residuos (alrededor de 700.000 toneladas al año).
Esta planta está
gestionada por Aborgase, cuyo
contrato de explotación finalizó en 2016 pero sigue, cinco años después, operando mediante una “prórroga forzosa”. Preguntada la Mancomunidad sobre si se sacará un concurso o no para acabar con esta situación de “prórroga forzosa”, este periódico no ha obtenido respuesta.
La gestión de la Mancomunidad de Los Alcores recibe
no pocas críticas. Entre ellas, las de
Adelante Alcalá de Guadaíra, que ha pedido la “
remunicipalización” del servicio.
El Gobierno de
Alcalá ha encargado a una consultora el “análisis del servicio de limpieza”. De los resultados que se obtengan no se descarta que una de las opciones sea
la salida de la Mancomunidad, aseguran fuentes del Ayuntamiento.
Aborgase, en su memoria de 2019, destacaba una inversión de
cinco millones para la puesta a punto de instalaciones y de recursos materiales.
Las mancomunidades de
La Vega y Sierra Morena (antigua Sierra Norte. 29 municipios) transportan sus residuos a La Vega, en Alcalá del Río, cuya gestión ha sido
adjudicada hasta 2029 a Cespa Ferrovial. La empresa invertirá
10 millones en una planta de tratamiento de voluminosos y la construcción de una nueva celda de vertedero.
Matagrande recepciona los residuos de 22 municipios de la Mancomunidad de Écija y el Consorcio Estepa-Sierra Sur.
La concesionaria es Maygar.
La Mancomunidad de la
Campiña, con siete municipios, lleva los residuos a
Campiña 2000, en Marchena, que gestiona la empresa Urbaser, cuyo contrato termina en 2023.
Otra planta en Espartinas
El
Plan de residuos de la Diputación pone el acento en el reciclaje y aprovechamiento de residuos con el objetivo de que sólo llegue al vertedero un 10%. Para lograrlo, en materia de infraestructuras
prevé la construcción de una nueva planta, en Espartinas y sin vertedero asociado, siete plantas de compostaje de biorresiduos y 20 puntos limpios más. Además,
sugiere la “remodelación completa de Montemarta”, “mejoras” en el resto de plantas TMB y una nueva planta de clasificación de envases al este de la capital.
Trinidad Argota, responsable del área de servicios supramunicipales de la Diputación, señala que
el éxito de este plan (349 millones hasta 2035) dependerá del nivel de concienciación ciudadana. Las medidas permitirán darle “la vuelta a la tortilla” al tratamiento de los residuos, reduciendo a la mínima expresión lo que llega a vertedero. No obstante, la Diputación tiene ya abiertas acciones para modernizar el tratamiento de los residuos.
Para este año, con fondos del
Plan Contigo, se va a ampliar la convocatoria para
sellado de vertederos con 4,4 millones de euros y para once municipios. También con fondos del Plan Contigo, se van a lanzar
dos convocatorias para incrementar y mejorar la flota de camiones.