El Teatro Lope de Vega de Sevilla recibe este fin de semana, los días 8 y 9, 'La casa de Bernarda Alba', la obra dramática cumbre de Federico García Lorca, bajo la dirección de José Carlos Plaza y con un reparto formado por Consuelo Trujillo (Bernarda Alba), Ana Fernández (Angustias), Marina Salas (Adela), Ruth Gabriel (Magdalena), Zaira Montes (Martirio), Montse Peidro (Amelia), Luisa Gavasa (Josefa, madre de Bernarda) y Rosario Pardo (Poncia, la criada).
En un comunicado, el Ayuntamiento detalla que Plaza ya dirigió en los años 80 esta obra, un "drama de las mujeres de los pueblos de España", como lo subtituló su autor. Considerada la última de las tragedias rurales del autor, la obra surgió de una experiencia personal, tras conocer la vida de una familia cerca de Granada cuyas circunstancias le parecieron sorprendentes. Lorca terminó de escribir su Bernarda el 10 de junio de 1936, con 32 años recién cumplidos y dos meses antes de ser asesinado.
El montaje está dividido en tres actos y la historia arranca tras la muerte del segundo marido de Bernarda Alba, que decide recluirse y guardar riguroso luto, tanto ella como sus hijas, durante ocho años, creando un ambiente opresivo y tiránico. El drama comienza cuando la hija mayor hereda una fortuna y es atraída por un pretendiente, Pepe el Romano. A partir de ahí, se desatan celos y pasiones en esta historia que Plaza dirige desde una perspectiva actual, incidiendo en la posición de la mujer en la sociedad, con sus techos de cristal, las diferencias salariales y su indefensión física contra la violencia, independientemente de donde provenga.
Pero, como defiende la lectura del texto que presenta Plaza, la raíz de todo esto está en los ancestros, de manera que la historia de Bernarda Alba y sus hijas tiene su origen antes de su nacimiento. "Es un origen ancestral que se sustenta en el miedo y, así, por temor a que todo cambie, Bernarda mantiene a fuego las normas con las que le educaron", añade.
Plaza regresa al teatro nonagenario acompañado por Paco Leal, encargado de la escenografía y la iluminación; María Calderón, responsable del vestuario, y Mariano Díaz, que firma la música y la ambientación.