La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda emitirá una tirada especial de 160.000 sellos dedicada al octavo centenario de la emblemática Torre del Oro de Sevilla, legado de la antigua medina almohade, protegida como bien de interés cultural (BIC) y uno de los monumentos más famosos de la capital andaluza, según figura en una resolución conjunta de las subsecretarías de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y de Hacienda fechada el pasado 18 de mayo y recogida por Europa Press.
En dicha resolución se especifica que la emisión de tales sellos comenzará el próximo 2 de junio, después de que el pasado 24 de febrero se cumpliese la citada efeméride, con un valor postal de 1,25 euros por cada unidad.
Esta torre, de planta dodecagonal y casi 37 metros de altura, fue construida entre 1220 y febrero de 1221 por orden del gobernador almohade Abù-I-Ulà a orillas del Guadalquivir para rematar la coracha o tramo de muralla que, durante el periodo almohade, conectaba el antiguo recinto fortificado del que nace el actual conjunto palaciego de los Reales Alcázares, declarado Patrimonio Mundial, con el propio río.
Dicho tramo de muralla contaba con varias torres, cuyo número de lados aumentaba en progresión aritmética con relación a su proximidad al río, contando la Torre del Oro con 12 lados como fortificación más cercana al Guadalquivir.
EL BRILLO DE LA TORRE DEL ORO
Su nombre en árabe, Borg al-Dsayeb, alude al brillo dorado del reflejo de la construcción sobre la lámina de agua del río. Aunque tradicionalmente dicho brillo era atribuido a un supuestamente desaparecido revestimiento de azulejos, el proyecto de restauración acometido en 2005 en la torre puso de relieve que dicho fenómeno habría sido ocasionado por un revestimiento con mezclas de mortero, cal y paja prensada.
La torre, de fábrica almohade, constaba en principio de dos cuerpos a los que se añadió en 1760 un tercer cuerpo, una linterna cilíndrica, en el marco de la restauración acometida entonces en el monumento tras los estragos del terremoto de Lisboa de 1755. Así, la torre alcanza una altura total de casi 37 metros desde la rasante de su base en el paseo Alcalde Marqués del Contadero.
Fue declarada monumento histórico-artístico en 1931 y en la era moderna ha sido restaurada en 1900, entre 1991 y 1992, en 1995 y en 2005, acogiendo desde 1944 un museo marítimo tras haber sido usada como capilla, prisión de nobles, almacén de pólvora, oficinas de la Capitanía del Puerto y Comandancia Naval.