La joven de 17 años Rocío Caíz, desaparecida desde el pasado jueves en Martín de la Jara, pasó la noche en casa de su expareja en Estepa, a 28 kilómetros, y fue este el que avisó a la familia de su desaparición tras hablar con la madre de la joven la mañana del pasado viernes.
Según han informado a Efe fuentes de la familia, la menor y el joven llevaban separados cuatro meses, desde el nacimiento del hijo de ambos, y desde entonces la desaparecida estaba viviendo en casa de sus padres en Martín de la Jara.
Sin embargo, el pasado jueves le dijo a su madre que quería recuperar algunos enseres que tenía en casa de su exnovio, como un carrito de bebé, aunque la madre le dijo que podrían ir más adelante a buscarlo, pero la expareja le envió un taxi en el que la joven se fue a Estepa la tarde del 3 de junio.
Una vez en casa de su exnovio, le envió un mensaje a la madre para decirle que pasaría la noche con él, pero cuando la madre no la localizó el viernes por la mañana llamó al joven y le dijo que cuando se levantó ella ya no estaba en la casa.
La Guardia Civil ya ha interrogado a la expareja de la joven y ha cotejado su versión con las declaraciones de la familia, y está esperando que se tenga el informe del teléfono móvil de Rocío para saber qué movimientos ha realizado desde su desaparición.