Pide también un riguroso control de los puntos de venta para luchar contra el botellón
Los médicos y sanitarios españoles reclaman a Sanidad que su anteproyecto de ley de prevención del consumo de alcohol en menores incorpore un aumento del precio de las bebidas alcohólicas, incluido vino y cerveza, y de la edad de consumo, así como un riguroso control de los puntos de venta para luchar contra el botellón.
Así lo recogen las aportaciones al anteproyecto, a las que ha tenido acceso EFE, de entidades científicas como la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC), la de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) o de la Sociedad Científica de Estudios sobre Alcohol-Socidrogalcohol, en lo que es el pistoletazo de salida en la elaboración de la nueva ley.
El Ministerio de Sanidad y la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas abrieron a consulta pública el anteproyecto de ley para proteger a los menores de los efectos negativos del alcohol e "impedir las actividades y conductas destinadas a promover, favorecer o facilitar su consumo".
Sanidad se propone luchar contra los botellones y así busca favorecer "hábitos de vida saludables entre los menores de edad y su educación frente al consumo de bebidas alcohólicas", según detalla en los objetivos de la norma que se propone desarrollar esta legislatura y que, a priori, no distingue el vino o la cerveza del resto de bebidas alcohólicas de alta graduación.
De entre las 39 entidades que han realizado aportaciones para orientar el anteproyecto ministerial, la SEMFYC pide a Sanidad establecer un "aumento del precio de las bebidas alcohólicas a través de un impuesto especial" -en España son un 19 % más baratas que la media europea-, mientras que Sespas, SEE y Socidrogalcohol hablan de reducir la accesibilidad mediante impuestos o la fijación de un "precio mínimo".
Los médicos y los profesionales de la sanidad también quieren retrasar la edad de inicio real del consumo de alcohol en España, actualmente en los 14 años, pues los menores que empiezan a beber con esa edad tienen seis veces más de probabilidades de tener problemas relacionados con el alcohol a lo largo de su vida que los que comienzan a los 21 años, edad legal de inicio del consumo establecida en muchos países.
La SEMFYC pide a Sanidad que apueste por un "acuerdo social para que se respete la mayoría de edad" de los 18 años para el inicio del consumo de alcohol y establezca "normas estrictas" en la regulación de los puntos de venta, una restricción de horarios de venta, reducir la publicidad y el patrocinio, y sanciones económicas por consumo en la vía pública, es decir, prohibir unos botellones que ya son perseguidos por muchas ordenanzas municipales.
Los profesionales de Socidrogalcohol van más lejos y piden "reevaluar e incrementar la edad legal de consumo" de bebidas alcohólicas acorde a la madurez neuronal, tal como se ha hecho en otros países.
Sespas y SEE, por su parte, abogan un "cambio cultural" para reducir los consumos de riesgos y los comas etílicos que de forma más frecuente se registran entre menores de edad.
En este contexto, todas las entidades científicas incluyen en sus aportaciones prohibir las ventas a precios reducidos como las "Happy hour" o el 2x1 en franjas horarias de algunos establecimientos, vetar la venta y el consumo de alcohol en la vía pública y establecer "sanciones disuasivas" a los establecimientos que vendan fuera de los horarios permitidos a menores.
Otras de las medidas a llevar a cabo serían la de las advertencias sanitarias en los envases y hacer un seguimiento médico de los menores con intoxicaciones etílicas agudas, especialmente en los casos de reincidencia.