Todo ello en un barco de la Armada atracado en Sicilia durante una operación internacional
El Tribunal Supremo ha condenado a dos años y medio de prisión a un sargento que acuchilló a otro que le había recriminado por haber reprendido a unos subordinados y que después agredió a otra sargento, todo ello en un barco de la Armada atracado en Sicilia durante una operación internacional.
La Sala de lo Militar ha dictado una sentencia que estima parcialmente el recurso del sargento contra la resolución del Tribunal Militar Territorial Primero que le condenó por dos delitos relativos a los derechos fundamentales y las libertades públicas por los militares en su modalidad de "maltrato de obra" y otro de lesiones con la atenuante de alteración mental.
Así, el Supremo reduce la pena de prisión de cuatro años a dos años y medio pero por cuestiones técnicas respecto a las penas de los delitos, sin modificar el relato de hechos probados.
Los hechos ocurrieron el 23 de enero de 2017 cuando el condenado se encontraba en la fragata "Canarias", atracada en el puerto comercial de Augusta (Sicilia) por una operación internacional.
Aquel día, el sargento Daniel L. estaba en su puesto de trabajo a donde se dirigió el sargento Jose Manuel M. para hablar con él, ya que había sido informado de que había reprendido de forma autoritaria a personal a sus órdenes, porque estaban hablando alto.
El sargento Jose Manuel M, le recriminó que tratara así a sus subordinados y le pidió que les dejara en paz, ante lo cual el acusado se levantó y le asestó cinco puñaladas con un cuchillo que tenía en el bolsillo.
Alertados por los ruidos, una sargento y dos cabos acudieron al lugar y separaron al condenado, quien se puso a golpear el mobiliario y a gritar antes de salir de aquella habitación.
Sin embargo, regresó poco después para decirle a una segunda sargento, que había acudido por el alboroto causado, "tú eres una zorra y una hija de puta", agarrándola por los brazos y empujándola contra un tablero, tras lo cual se puso a deambular por el barco hasta que fue detenido.
Hasta que eso sucedió, le dijo a una tercera sargento "tú sabes lo que yo he pasado .. en la Escuela todos sabían lo que me pasaba y el comandante de brigada no hizo nada ... llevo mucho tiempo sufriendo bullying en la puta Armada, desde marinero ... y no quería matarlo, que esté bien, que se recupere, pero no voy a consentir que nadie más me falte al respeto ... no me va a faltar nadie al respeto".
Dice la sentencia que el condenado "es una persona muy tímida, retraída, con una personalidad que arrastraba rasgos de extrema ansiedad, sentimientos de inseguridad y pérdida de confianza en sí mismo".
Por ello, considera que "este trastorno de ansiedad estructural" se vio agravado desde que es destinado a la fragata Canarias, al quedar embarcado y formar parte de una operación internacional, lo que unido a la corrección efectuada en el quehacer profesional por parte de un compañero "provocó una moderada y transitoria merma de sus capacidades volitivas e intelectivas".